Debido a la violencia del viento y a que el siniestro se produjo a primeras horas de la tarde noche del pasado martes, la conclusión de todos los participantes en el operativo de extinción del incendio es que la rápida actuación y la coordinación de los efectivos evitó una tragedia mayor.

Según datos del Infoca, las primeras estimaciones hablan de que en el incendio ardieron más de ocho hectáreas de terreno urbano en el que había pinos y monte bajo. Fuentes oficiales al organismo dependiente de la Junta de Andalucía no quisieron avanzar ninguna de las posibles causas del incendio.

Sí lo hizo el gerente del Consorcio Provincial de Bomberos, Manuel Marmolejo, quien adelantó que la principal hipótesis de los investigadores del siniestro apuntan a que una colilla arrojada desde un vehículo a la cuneta de la AP-7 podría haber provocado el fuego, un extremo que, efectivamente, barajan los responsables de la investigación, según otras fuentes consultadas por este periódico.

Con todo esto, el propio Marmolejo y responsables de administraciones públicas, como la alcaldesa de Benalmádena, Paloma García Gálvez, se congratularon ayer de la capacidad de respuesta de los distintos cuerpos de extinción de incendios y de seguridad que participaron en el operativo: unos unos 250 efectivos, y una veintena de camiones de bomberos.