La búsqueda de Ana Isabel Maqueda Arispón, la joven de 28 años desaparecida el pasado viernes en Marchena (Sevilla), se ha ampliado a Fuengirola, municipio en el que trabajó hace tres años en una tienda de pinturas y donde actualmente vive su exnovio. Familiares y amigos se han sumado a la búsqueda de la Guardia Civil de la mujer, de la que la Policía Local ya ha colocado carteles con fotos suyas en Marchena, población situada a 62 kilómetros de Sevilla.

Hasta ahora, los agentes han interrogado a familiares, a amigos y a su exnovio, aunque no han obtenido datos que permitan localizarla, según explicó ayer a los periodistas la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo. También han buscado a la mujer sin éxito en cortijos, fincas y zonas poco transitadas de la comarca sevillana, así como en garajes en los que podría haber dejado el coche, un Citroën C3 gris plomo, y los agentes han recorrido márgenes de ríos, arroyos y el pantano de Puebla de Cazalla.

Familiares de la desaparecida llevan días mostrando su preocupación ante la falta de noticias de la mujer, que vivía con su abuela, que fue la última persona que la vio. A las 07.30 horas del 15 de noviembre, la abuela le dejó un vaso de leche antes de ir al médico, aunque cuando volvió cuatro horas más tarde la joven ya no estaba en la casa, detallaron sus familiares. La desaparecida salió el viernes de su casa de Marchena con su coche pero no se llevó nada de valor ni el cargador del móvil, y ese día ya no fue a trabajar al matadero en el que está contratada, lo que alertó a su hermana, compañera de trabajo. «Ahí saltaron las alarmas, pues, ya no era normal lo que estaba pasando, ella es muy tímida y no suele salir mucho de casa», aseguraron.

Desde su desaparición, la familia de Ana Isabel se ha mostrado «destrozada» con lo sucedido y ha insistido en que Ana Isabel es una joven «responsable» y que no faltan objetos personales algunos en la vivienda. El hermano de la joven desaparecida, Ángel Maqueda, explicó el pasado lunes que la chica se encontraba «algo enferma» el día de su desaparición. Según la tía de la chica, Macarena Arispón, la joven salió «como si hubiese salido a tomar café», pero no faltan en casa otros objetos personales como ropa o el cargador del móvil. Además, Ana Isabel «es una chica responsable», por lo que «es muy raro que no fuera a trabajar y que se fuera sin decir nada».