El Ayuntamiento de Mijas va a ejercer de mediador para que los afectados por la suspensión de la fiesta de fin de año en la Venta de la Torre recuperen su dinero.

El Consistorio prohibió esta celebración puesto que no contaba con las medidas mínimas de seguridad ni de evacuación para un evento de esas características, ni disponía del aforo legal para albergar a las más de 1.700 personas que, según los organizadores, tenían previsto asistir. La capacidad máxima estipulada para este establecimiento es de 284 personas con lo que se superaría en más de 1.400 asistentes lo permitido.

Ante esta situación, y tras solicitar el amparo de la autoridad judicial, el alcalde de Mijas, Ángel Nozal, ordenó el precinto del local y puso en marcha una campaña de comunicación para advertir de su prohibición a las personas, en su mayoría jóvenes, que tenían previsto asistir a la fiesta.

A partir de ahora todos aquellos que se vieron afectados por esta circunstancia pueden acercarse a la oficina de consumo de Mijas ubicada en Las Lagunas para inscribirse en una lista habilitada para realizar la reclamación. Para ello es necesario que los interesados presenten la entrada del evento de Nochevieja.

Los organizadores han llegado a este acuerdo con el Ayuntamiento porque están preocupados por resolver esta situación que ha perjudicado a tantos vecinos. De todas formas, el reintegro no se hará en la totalidad del importe ya que no disponen de ese dinero.

El regidor explicó que los promotores de la fiesta «disponen de una cantidad para la devolución», pero no de todo, ya que «no recibieron toda la información sobre la legalidad urbanística del local donde pretendían organizar el Fin de Año por parte de la propiedad del restaurante» y además «pagaron el alquiler y una fianza, que el propietario deberá devolver».

El Ayuntamiento lamenta lo ocurrido pero asegura «haber cumplido con su deber» pues en la memoria de todos están las consecuencias de que se celebre una macrofiesta con el exceso de aforo y sin las debidas vías de evacuación.