­La pesadilla de Gordon Ramsay llega a Fuengirola para reflotar el restaurante Mayfair en pleno paseo marítimo de la ciudad malagueña. El chef británico que colecciona 15 estrellas Michelin en sus restaurantes se ha trasladado a la Costa del Sol para hacer su Costa del Nightmare o lo que sería en español Costa de la pesadilla, versión de su conocido programa Pesadilla en la cocina, solo que esta vez en establecimientos españoles.

El litoral malagueño es el escenario elegido para grabar esta nueva tanda de programas donde Ramsay asesora a patriotas británicos que tienen montados sus negocios en tierras del sur.

Con la crisis española como telón de fondo, el reconocido cocinero tiene como propósito ayudar a que sus paisanos remonten sus negocios y vuelvan a llenar de gente sus establecimientos.

Para ello les cambia el menú, la forma de trabajar, el trato con el público y la estética del local, un sistema que ha ido implantando en cada uno de los programas que son emitidos por Channel 4 en Reino Unido y que ha encontrado en su homólogo español grandes cotas de audiencia de la mano del reconocido chef Alberto Chicote.

Tras el torbellino de Gordon Ramsay poco queda del antiguo Mayfair en Fuengirola, ya que el británico le ha cambiado hasta el nombre. Jack´s Chicken Shack es la nueva denominación del local evocando las grandes cadenas americanas de pollo.

«Nosotros teníamos tapas variadas y cuando vino Ramsay nos especializó en pollo para poder mantener una oferta diferente a lo que hacen el resto de restaurantes de esta zona y así poder ser más competitivos», señala Joaquín Díaz, que es el propietario del local junto a su hijo John, nacido y criado en Londres.

Ambos coinciden en que cuando el chef probó el menú «soltó todo tipo de improperios por la boca». Las principales quejas de este experto de los fogones venían de la falta de frescura en los productos y del mal uso de la sal, en ocasiones ofreciendo platos sosos y en otras todo lo contrario.

La limpieza es otro de los puntos que «puso de los nervios» a Ramsay. «Ha tirado todo lo que ha pillado y nos ha dicho que esto no es un almacén sino un restaurante», apunta Joaquín.

Así pues, el chef se puso manos a la obra y en una semana ha transformado totalmente el antiguo Mayfair. Una mano de pintura, un nuevo logotipo, la prohibición de microondas en la cocina, y un aspecto más moderno con bolsas de papel colgando de la barra, son algunas de las innovaciones del cocinero británico.

Antes de elaborar el nuevo menú, Ramsay conoció de primera mano los productos españoles y se acercó a la lonja del Puerto de Fuengirola.

Finalmente se decidió por el pollo, y les ha dado instrucciones de cómo cocinarlo. También cuentan con algunos platos de pescado y con la típica paella.

«La satisfacción de nuestros clientes era del 30% y desde que llegó este hombre es del 100%» apunta John, quien asegura «que han visto incrementadas sus ventas». Ramsay volverá a la Costa del Sol en breve para continuar sus programas de pesadilla.