­Las autoridades de Comodoro de Rivadavia, la localidad argentina en la que el miércoles fue asesinado de tres balazos el fuengiroleño de 31 años Domingo Expósito, Domi, pretenden que uno de sus familiares acuda a la capital de la provincia del Chubut para identificar el cadáver del fallecido, puesto que dicen no tener constancia de que éste tuviera una relación sentimental con su actual pareja, Carolina Gayá.

Expósito vivía desde hacía dos años en Argentina para recuperar a su hija, de seis años, después de que su primera pareja, ciudadana de esa nación, se la llevara en 2010 de Fuengirola una vez concluida la relación entre ambos. Un juzgado de la localidad malagueña le otorgó la guardia y custodia al fallecido, y tras un primer intento infructuoso por traerse a la menor, ésta le iba a ser entregada, por orden de una juez de Comodoro Rivadavia, capital del Chubut, este domingo, y el lunes él, la madre y la pequeña venían de vuelta a España. Pero sus planes saltaron por los aires cuando paseaba junto a su novia argentina y el hijo de cuatro años de ella y un coche los esperaba en el barrio del 9 de Julio. Un sicario se bajó del mismo y le descerrajó varios tiros, tres de ellos mortales de necesidad. Acaban de llegar en su automóvil a la zona.

Manuel Huerta, el letrado que asesora a la familia Expósito para recuperar a la menor, confirmó ayer que van a pedir que la abuela paterna tenga la guarda y custodia, explicó que al cadáver ya le han hecho la autopsia, «y ahora nos queda esperar a que el juez firme el certificado de defunción».

Este abogado también aclaró que, en principio, no habrá problemas con la repatriación, pero antes ha de ser identificado el cuerpo. «Insisten en que debe ir un familiar», precisó. «Él está en el tanatorio, y a la novia no le dejan velarlo ni estar con él, porque dicen no tener constancia de que sea su pareja», indicó.

Es decir, que tras el asesinato la familia habría de gastarse de nuevo el dinero de un billete de ida y vuelta para acelerar la repatriación. «La familia tiene miedo después de lo que ha pasado», apuntó el abogado. Éste también especificó que se están haciendo gestiones con el Consulado español en la zona para que no tenga que desplazarse nadie. «Lo que quiere la familia es traerlo, velarlo y enterrarlo en Málaga», subrayó.

También apostilló que la novia del fallecido, de nacionalidad argentina, y su hijo de cuatro años ya tienen protección policial 24 horas, porque son los únicos testigos del asesinato. El mismo día del suceso, la madre que sustrajo a la niña de seis años se presentó en Comisaría junto a su hija y en las próximas horas se les tomará declaración. «Están localizadas y localizables para la policía», agregó, para explicar que el coche con el que se desplazó el sicario ya ha sido hallado, y están analizando las huellas y otros posibles restos biológicos. La novia del fallecido memorizó la matrícula.

La autopsia revela, según Efe, que el fallecido murió en el acto de tres disparos con arma de fuego, efectuados a corta distancia, que impactaron en el cuello y la espalda. El suceso ocurrió a las 23.00 horas del miércoles, hora local, (2.00 GTM del jueves).

Declaración de la pareja

La declaración de su actual pareja, Carolina Gayá, reveló ciertos detalles que hasta ahora no se conocían, como que ambos volvían en coche a su casa y no andando, y vieron cerca de la vivienda un vehículo Golf marrón, del que descendió un encapuchado y disparó a quemarropa al fenecido.

«Inmediatamente el agresor se retira en el auto, por lo que la testigo manifiesta, al auto lo habría visto en varias situaciones cercano al domicilio de la madre de la niña hija de Expósito», refirió el fiscal jefe de Comodoro Rivadavia, Marcelo Cretton, quien confirmó que no hay ningún otro testigo del crimen. De momento no hay detenidos. «Hay que ver en qué condiciones va a quedar la madre de la menor. Es una situación que es materia de investigación. Estamos haciendo todas las averiguaciones con los antecedentes del juzgado de familia y el teléfono móvil de la víctima, que está siendo peritado», recalcó. La testigo se refirió a «la tirantez» entre la víctima y la madre de la niña, identificada como Nadie Quesle. «Manifestó que tenían serios problemas cuando iban a casa de la mamá. Inclusive manifestó que en una oportunidad lo habían invitado a pasar a la casa, pero él, por resquemor, no quiso pasar», reseñó.