Casi 1.200 empresarios, concesionarios de unas 2.000 explotaciones de chiringuitos, hamacas, espacios deportivos o quioscos, tomaron ayer parte de una nueva edición de Expoplaya, la feria autonómica del sector que se celebra hasta mañana domingo en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos. Sobre la mesa, una petición directa de los emprendedores a los representantes de las administraciones: se ha avanzado con la nueva legislación de manera considerable, pero ahora es necesaria una mayor celeridad en la tramitación de nuevas concesiones.

También se remarcó la necesidad de que los propios empresarios apuesten por la obtención de certificaciones de calidad que sellen la excelencia del sector frente a la competencia de otros destinos turísticos, como indicó el vicepresidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playas y presidente en la provincia de Málaga, Manuel Villafaina, quien reconoció que al fin el empresario de playas es «considerado un activo dentro de los segmentos de la industria turística».

«La nueva normativa ha mejorado muchísimo nuestra situación. Nos permite mantener nuestros negocios, afrontar nuevas inversiones y disponer de una seguridad jurídica de la que antes adolecíamos», aseguró. Gran parte de los chiringuitos inventariados en toda Andalucía son malagueños: en total 413, de los que 102 han sido ya regularizados por la Junta, 192 permanecen en trámite, 102 carecen de título y 17 siguen a la espera de resolución del Gobierno central.

Villafaina, en ausencia del presidente de la federación, Norberto del Castillo, presidió ayer las actividades de la XXXIX Exposición de Hostelería y Artículos de Playa y, en horario vespertino, la asamblea regional del sector.

David Villena, integrante de la actual Junta Directiva de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga y Provincia, remarcó lo que significa la nueva Ley: «Llevábamos años luchando por lo que hoy tenemos. Pero aunque ya se haya regularizado uno de cada tres chiringuitos en Andalucía, queda mucho por andar».

En este sentido, el consejero de Turismo, Luciano Alonso recordó que el sol y playa «lidera el turismo en Andalucía» y valoró la labor de los profesionales de este segmento «en defensa de su espacio y de una oferta imprescindible para el destino», a través de servicios «que suponen una invitación continua a la experiencia del viajero».

Alonso abogó por aunar esfuerzos y sumar voluntades entre administraciones y empresarios, de modo que este sector «cuente con seguridad jurídica para impulsar sus negocios, avanzar en la modernización y ofrecer al turista calidad y excelencia».

Un modelo «sostenible»

La consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, defendió «un modelo de crecimiento sostenible, que permita mantener la calidad de sus playas, compatibilizándolo con el desarrollo económico y el mantenimiento del sector turístico del litoral». Y destacó que el turismo de sol y playa «sigue siendo un modelo imprescindible, al representar un 12,9 por ciento del PIB andaluz».

Por su parte, el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Pablo Saavedra, defendió la nueva normativa de Costas, al considerarla «basada en el sentido común, la racionalidad y la solución de problemas históricos pendientes en el litoral de nuestro país».

En su análisis de la realidad del sector a nivel nacional, expresó que esta legislación «ordena definitivamente la situación de unos 3.000 chiringuitos, que suponen unos 50.000 empleos directos y se garantiza la actividad de más de 1.600 empresas e industrias que estaban destinadas a desaparecer a partir de 2018, evitando así la destrucción de miles de empleos en toda España».