En tiempos estivales, las aguas son una preocupación para las autoridades por el gran número de turistas y visitantes. Es por esto que el Ayuntamiento de Torremolinos ha decidido poner en marcha una investigación durante los próximos diez meses, a través de la empresa municipal del agua (Astosam), en colaboración con la Fundación Centro Andaluz de Investigaciones del Agua, y con la Universidad de Málaga.

El principal objetivo de este estudio es garantizar la calidad de las aguas de baño en el litoral torremolinense. Para ello, tratarán de identificar la procedencia de los posibles vertidos.

En años anteriores, las aguas de Torremolinos han conseguido la calificación de «excelentes», según la Calificación Sanitaria de Aguas de Baño que elabora el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, en ciertas ocasiones los técnicos municipales han detectado manchas en el agua. De esta manera, Astosam se encuentra buscando alternativas para poder controlar la calidad del agua «con independencia del origen de la contaminación», según informó el Consistorio.