La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, aseguró ayer que la inspección es «un elemento clave» de la estabilidad del sistema educativo, que aplica procedimientos homogéneos y homologados que garantizan y velan por el cumplimiento efectivo de los derechos y deberes de todos los miembros de la comunidad educativa.

Así lo aseguró ayer durante su intervención en unas jornadas de formación de la inspección educativa en Torremolinos, donde reconoció la labor de los inspectores que, sobre todo, ayudan a buscar soluciones eficientes dentro del trabajo técnico y especializado que realizan cada día. Además, estos profesionales, añadió, tienen una visión global de la educación muy útil que les dota de una amplia capacidad para influir en la calidad educativa del sistema y en su equidad.

Para la consejera, el trabajo que se desarrolla desde la inspección puede y debe ser un eje fundamental de cambio e innovación para los modelos educativos, que presentan retos muy importantes como la lucha contra el fracaso escolar y el abandono temprano, la mejora de la inclusión educativa, de la convivencia escolar o el desarrollo de una evaluación educativa que sea eficiente y útil.