­En la picota y más cerca de romperse que nunca. Es el debilitado estado en el que se encuentra el actual pacto de gobierno entre Ciudadanos y PP en el Ayuntamiento de Mijas, y que sirvió para aupar a Juan Carlos Maldonado a la alcaldía, a pesar de que la formación naranja sólo contara con cinco del total de los 25 concejales que conforman la corporación municipal en la actualidad. Si ya no hacía falta apenas gasolina para incendiar una relación que se ha probado como sobradamente explosiva desde el minuto uno, los últimos encontronazos entre el equipo de gobierno y los concejales del PP, a raíz de las múltiples incongruencias que reflejan los resultados de las auditorías encargadas por el Ayuntamiento para radiografiar la gestión del PP en el anterior mandato, no han hecho más que servir como detonante para que Maldonado dé un paso más en su amenaza de ruptura. En esta ocasión, hasta establecer un ultimátum definitivo de 24 horas a la dirección provincial del PP, en concreto, a su presidente, Elías Bendodo.

Así, Maldonado aseguró ayer que si el PP no aparta antes del jueves a los dos concejales populares implicados en supuestas tramas fraudulentas tejidas durante el anterior mandato, dará por roto el actual pacto de gobierno. Se trata del actual teniente de alcalde y anterior regidor de la localidad, Ángel Nozal, y de la concejala popular Lourdes Burgos.

Esta retirada de confianza surge después de que Maldonado consensuara este nuevo paso con la propia dirección regional de Ciudadanos y tras constatar que los últimos acontecimientos en Mijas son contrarios a la vocación de revitalización política que quiere representar la formación naranja. «Si el PP no toma cartas en el asunto, nos vemos imposibilitados por coherencia a mantener el pacto», aseguró ayer el alcalde mijeño. Con la determinación adoptada por Maldonado, el futuro de Mijas ahora está en manos de Bendodo, que ayer aún declinaba pronunciarse sobre la situación.

De este nuevo giro en una larga serie de desencuentros entre Maldonado y Nozal se extraen consecuencias de suma importancia para el futuro político de Mijas. Por un lado, si Bendodo cede se consumará de forma definitiva el divorcio entre la cúpula provincial del PP y Nozal, después de que éste ya tuviera que apartarse de la alcaldía en favor del propio Maldonado, a pesar de doblar a Ciudadanos en número de concejales. Ya en mayo, y con numerosas alcaldías de la provincia aún sin determinar, muchas voces apuntaron a que la alcaldía de Mijas se iba a convertir en un laboratorio político para que la formación naranja pudiera gestionar una institución, a cambio de brindarle el apoyo al PP en la Diputación, donde carecía de una mayoría absoluta.

Por otro lado, si Bendodo decide finalmente respaldar a sus concejales y el pacto de gobierno se rompe, los grupos de la oposición, PSOE y Costa del Sol Sí Puede, están llamados a cobrar protagonismo ya que de ellos dependería mantener a Maldonado en la alcaldía. En este sentido, aunque aún sin querer hablar de entrar en el gobierno, tanto la portavoz del PSOE, Fuensanta Lima, como su homólogo de CSSP, Francisco Martínez, han mostrado su predisposición para llegar a un acercamiento con Maldonado. «Ahora mismo estamos en la oposición, pero el equipo de gobierno sabe que cuenta con nuestra lealtad», señaló Lima en este sentido.