¿Quiere el padrino irlandés abandonar la Costa del Sol? ¿Ha vendido su residencia de Estepona? ¿Podría hacer una u otra cosa con el embargo patrimonial que sufre desde que se le investiga? ¿Será verdad que pretende dejar España e instalarse en otro país donde nadie le pregunte por el origen de su dinero? Las respuestas, amigo mío, están flotando en el viento. La única certeza es que la casa en la que el capo vivía cuando fue detenido en 2010 se anuncia desde hace cinco meses en una famosa web de compraventa de inmuebles a razón de 600.000 euros. El anuncio localizado por La Opinión de Málaga incluye una foto exterior casi idéntica a la difundida por la Policía Nacional tras los registros domiciliarios de la operación Shovel. Se trata de una planta baja de 220 metros cuadrados construidos y 160 metros útiles con dos dormitorios y dos baños. El precio incluye el trastero. Los 800 euros al mes de comunidad, no.

Mientras tanto, Christopher El apuesto Kinahan, que ronda los 60 años, sigue siendo una obsesión para la policía irlandesa y española. Ambas corretean tras él sin demasiado éxito desde que lo consideran líder de una organización dedicada al tráfico de drogas a granel con destino a su país y Reino Unido. En España fue arrestado en su madriguera acusado de tráfico de estupefacientes y armas, blanqueo de capitales, asociación ilícita, y falsedad documental, pero a los investigadores se les borró la sonrisa cuando el Juzgado de Instrucción número 3 de Estepona retiró los dos primeros cargos y más importantes por falta de pruebas. Casi seis años después de su mediático arresto, y en medio de la actual guerra de bandas en Dublín que suma tres muertos desde que en septiembre fuera asesinado en Mijas Gary Hutch -excolaborador de Kinahan y sobrino de su máximo rival en Irlanda-, Christy sigue bajo la lupa por el resto de delitos por los que periódicamente firma en un juzgado español. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aseguran que ni él ni sus compadres han incumplido las medidas cautelares, que no se la ha retirado el pasaporte y por tanto puede viajar, y que hasta ahora no se ha levantado ningún embargo sobre su vasto patrimonio investigado, ya que la operación Shovel supuso el bloqueo de 60 propiedades de lujo, casi todas en la Costa del Sol, además de cuentas y productos bancarios y vehículos de alta gama, entre otros bienes. Lo que no saben decir con precisión las fuentes es si la residencia propiedad de Kinahan cuando fue arrestado está entre esos bienes embargados. De ser así no podría hacerlo bajo ningún concepto. «No se podría vender ni registrar su venta. Otra cosa es que se oferte, pero no se podría vender», insisten. Tampoco aportan mucha luz las fuentes policiales preguntadas sobre el asunto. Si en la Costa del Sol unos creen que la venta de este inmueble supondría un alzamiento de bienes «de libro», desde la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de Madrid se limitan a decir, con argumentos no muy técnicos, que si la vende será porque puede hacerlo. Lo haga o no, ya son varios los medios británicos que coinciden en que Christopher lleva tiempo pensando en abandonar la Costa del Sol como lugar de residencia y establecerse en un paraíso fiscal donde no le hagan tantas preguntas. Suena Dubai.