­La presidenta de la protectora Parque Animal, en Torremolinos, se enfrenta el 15 de noviembre a una petición fiscal de cuatro años de cárcel por «exterminio» de 2.200 animales a los que supuestamente aplicaba menos producto eutanásico y les causaba «una lenta y dolorosa agonía».

La mujer está acusada de un delito continuado de maltrato animal e intrusismo profesional así como un delito continuado de falsedad en documento oficial por un particular y en el banquillo de los acusados también se sentará un empleado de la protectora como cooperador necesario.

El fiscal en su escrito acusatorio, al que tuvo acceso Efe, destaca que se realizaban sacrificios masivos, sin control veterinario de ninguna clase, administrando la acusada de su propia mano los productos eutanásicos por vía distinta a la intravenosa (como viene prescrito) y sin sedación previa.

De esta forma se sometía a los animales a una lenta y dolorosa agonía, totalmente injustificada y conocida por la acusada ya que «se retorcían de dolor a su vista durante horas». Estas «auténticas sesiones de exterminio» se realizaban sobre animales normalmente sanos, jóvenes en muchas de las ocasiones, algunos de ellos entregados en el centro tan solo días (incluso horas) antes y sin que hubiese causa que justificase su muerte, salvo la falta de espacio y la prioridad que la acusada le daba a sus fines privados. Para llevar a cabo estas exterminaciones masivas y programadas, se desconectaban las cámaras de seguridad.