Torremolinos inició ayer el inventario de aquellos elementos arquitectónicos o de mobiliario urbano que resulten discordantes con la estética adecuada en el centro de la ciudad. Se trata de la primera fase para la creación de la futura ordenanza que protegerá el paisaje urbano y a través de la cual se pretende armonizar la estética arquitectónica del casco histórico. Así, se aplicará un tratamiento homogéneo a las fachadas de los edificios, a los elementos publicitarios de los locales comerciales y al mobiliario urbano de las terrazas. El Ayuntamiento de Torremolinos se encuentra definiendo el proyecto de la citada normativa.