­Los huertos sociales de Antequera acaban de realizar su donación de verano a la Plataforma Antequera Solidaria, asociación que gestiona el banco de alimentos local. Casi media tonelada de tomates, lechugas, pimientos, berenjenas y calabacín. Una donación que ha ido creciendo en estos tres años, a la vez que lo hacía su producción.

Meses antes, en la donación de invierno, la entrega fue de 150 kilos de habas. Aunque la cantidad fue menor, como los agricultores apuntan, el volumen era mucho mayor: «La haba pesa muy poco». Ambas donaciones superan la media tonelada. Sin embargo, esta cantidad supone sólo un 20 por ciento de su producción total.

Detrás de las cifras se encuentran las 28 familias que cultivan cada una de las parcelas que componen este huerto social. Todos ellos reúnen una superficie de más de dos mil metros cuadrados de titularidad municipal. Los agricultores calculan que cada parcela proporciona verduras para cuatro familias.

El 80 por ciento de la producción restante, según explicó la presidenta de la iniciativa, Margarita Conde, sirve para alimentar a las familias que la cultivan, así como a amigos y otros conocidos a los que también entregan parte de sus productos. Entre ellos está una mujer que se acerca a los huertos con un carrito pidiéndoles alimentos: «Nosotros se lo llenamos; menos dinero, damos de todo».

El acceso a la gestión de uno de esos huertos se realiza a través de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, ya que este proyecto, como explicó el concejal de Medio Ambiente, Juan Álvarez, está destinado a «personas en situación de exclusión social». A pesar de que según Conde «la gente se interese por si hay huecos, no hay mucha lista de espera», afirma Álvarez. Es precisamente por esto último, que desde el Consistorio «no ven justificable» extender los huertos a otros terrenos.

El origen de este proyecto social, coordinado por Medio Ambiente y Asuntos Sociales, y llevado por los antequeranos, nació en 2011, pero no fue hasta 2013 que les cedieron espacio.

El día de la entrega del terreno, los ahora agricultores se comprometieron a trabajar la tierra mientras estén en situación de desempleo de larga duración, a la vez que se acordó ceder ese 20 por ciento de su producción a la Plataforma Antequera Solidaria.

Esta última, dirigida por el pastor evangelista Paco Moreno, atiende a más de 500 familias, proveyéndolas de alimentos de primera necesidad.