Dos personas fueron detenidas poco después de atracar en el puerto de Fuengirola con 500 kilos de hachís ocultos en una embarcación procedentes de Marruecos, mientras que un tercero fue arrestado en el municipio un día después por ser el presunto receptor y responsable del alijo.

Tal y como informó ayer la Policía Nacional, la investigación se inició en marzo del año pasado cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una persona afincada en Fuengirola intentaba alquilar un barco para introducir hachís. Los investigadores averiguaron que se trataba de un hombre de origen marroquí afincado en este municipio y que había mantenido presuntamente contactos con patrones y personas relacionadas con barcos para acordar el transporte del estupefaciente.

También constataron que, desde que se inició la operación, el principal sospechoso intentó en al menos dos ocasiones introducir la droga en España por vía marítima con resultado infructuoso. En una de ellas trató de ocultar la sustancia en el interior de unos botes de detergente y, cuando ya lo tenía todo preparado para envasar y transportar, la empresa a la que había encargado las maquetas le denegó la fabricación y entrega de los envases. En otra ocasión, el timonel del barco con el que había acordado el transporte marítimo resultó arrestado antes de efectuar el viaje.

Ya a primeros de este mes, el operativo culminó con la detención de dos tripulantes de un barco con bandera de Reino Unido que el principal investigado había contratado. En el registro de la embarcación los agentes localizaron 500 kilogramos de hachís ocultos en un hueco existente entre el motor y en el camarote del barco. Junto a la droga incautada había cloro granulado, sustancia que suele utilizarse para disimular el olor a hachís para evitar su localización por los agentes o sus perros. Además del barco, de 11 metros de eslora y 4 de manga, y la droga, se ha intervenido un vehículo deportivo y numerosa documentación relacionada con la investigación.