La veintena de casquillos encontrados en la escena del crimen hizo pensar de primeras a los investigadores de la Guardia Civil en que los autores pudieron utilizar más de un arma para abatir a Anderson y a su pareja, ambos de origen colombiano. Las pruebas de balística tendrán la última palabra. El primero, de 45 años, murió prácticamente en el acto tras recibir la mayor parte de la balacera. Al menos siete impactos a quemarropa presentaba el cadáver, uno de ellos en la nuca para sellar un ajuste de cuentas con todos los ingredientes para vincularlo al narcotráfico.

Ella, de 26, se llevó toda la suerte. Consiguió refugio en un establecimiento cercano a pesar de los tres tiros que llevaba dados. En el brazo y en el muslo izquierdo, y otro más en la espalda por los que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en el hospital Costa del Sol de Marbella donde, según fuentes sanitarias, se encuentra estable y se recupera favorablemente. Su testimonio se antoja clave para una pronta resolución de un caso en el que inicialmente se busca a tres personas.

El crimen tuvo lugar en la calle El Romeral de la urbanización Calypso de Mijas, cerca del centro comercial El Zoco. Varios particulares llamaron al servicio de emergencias 112, quienes convocaron a la Guardia Civil, a la Policía Local y los servicios sanitarios, que certificaron la muerte del hombre y trasladaron al mujer al hospital.

Este crimen recuerda inevitablemente a los registrados en el último año en el municipio de Mijas. Entre ellos el de otro ciudadano de origen colombiano que fue ejecutado en julio del año pasado a plena luz del día en la calle Águila, en la zona conocida como Camino de Las Cañadas, por dos personas que huyeron en moto. Tras varios meses de investigación, la Guardia Civil cerró el caso en enero con tres detenidos que fueron acusados por los presuntos delito de asesinato, contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, robo de vehículos a motor y falsificación documental. Los agentes intervinieron dos kilos de cocaína, dos escopetas, otras tantas pistolas, un revólver y abundante munición.

En noviembre de 2015, el instituto armado detuvo a 14 personas de nacionalidad colombiana y cubana en Málaga, Madrid, Toledo y Guadalajara tras una investigación iniciada tras el asesinato de un norteamericano cuyo cuerpo fue hallado en una vivienda de Mijas maniatado y con tres balazos. Los investigadores, que interceptaron 32 kilos de cocaína, concluyeron que el móvil del crimen fue el robo de droga.

El 24 de septiembre, en la urbanización Ángel de Miraflores de Mijas, se produjo el asesinato de Gary Hutch, un joven irlandés vinculado a la mafia irlandesa cuya muerte desencadenó una guerra todavía vigente entre los principales cárteles de Dublín. Desde entonces, al menos 10 personas han muerto, la última de ellas en Mallorca el pasado miércoles.