Un juzgado de Instrucción de Fuengirola ordenó este jueves prisión preventiva sin fianza para J. G., el miembro del clan Kinahan de la mafia irlandesa que supuestamente acabó en septiembre de 2015 con un antiguo componente del grupo criminal, el conocido Gary Hutch. Fue asesinado a tiros en la urbanización mijeña Ángel de Miraflores.

Hutch cayó en desgracia por una traición y esa fue su sentencia. El supuesto autor material fue detenido esta misma semana en Madrid y está considerado un traficante de drogas y armas.

El asesinato de Hutch provocó una cascada de muertes entre dos bandas mafiosas afincadas en la Costa del Sol, en concreto desde entonces se habrían producido una decena de crímenes que han tenido como escenarios tanto la Costa del Sol como Irlanda y Mallorca. Precisamente en Calviá se produjo el último de estos episodios, en agosto pasado.

El fallecido tenía treinta años y estuvo a punto de ser asesinado en otras dos ocasiones anteriores: una en 2008. La segunda fue en agosto de 2015. El excampeón de boxeo británico Jamie Moore se encontraba en Marbella entrenando a un púgil de los Kinahan, pero recibió dos tiros en Estepona cuando salía de casa de sus jefes. La policía concluyó que el autor de los disparos se equivocó de persona.