Más de dos toneladas de residuos sólidos contaminantes han sido retiradas del fondo marino del puerto deportivo de Benalmádena. En las acciones participaron más de una treintena de submarinistas voluntarios, que recuperaron, entre otros objetos, numerosos neumáticos, además de vasos y botellas que habían sido arrojados al agua.

Asimismo, entre los enseres más curiosos se encontraron una bicicleta, un depósito para combustible de acero inoxidable, la escalera de acceso a una embarcación o varias baterías, algunas de ellas de gran tamaño.

Los buzos que extrajeron estos objetos singulares fueron posteriormente premiados en un acto celebrado en el auditorio del Club Náutico del puerto de Benalmádena, donde también tuvo lugar una conferencia para concienciar acerca de la importancia del respeto al medio marino, en la que se insistió en el impacto que a largo plazo supone arrojar residuos contaminantes al mar y en la extraordinaria dificultad del ecosistema subacuático para neutralizar sus efectos, que en ocasiones pueden durar siglos.