Una organización especializada en robar vehículos de lujo ha sido desarticulada en un golpe que la Guardia Civil ha desarrollado en la Costa del Sol, Mallorca, Murcia, Alemania e Inglaterra, puntos en los que se han localizado siete talleres mecánicos en los que desguazaban la mercancía para darle salida por Europa y el norte de África. Según ha informado el instituto armado, una de las instalaciones más potentes se encontraba en Mijas, donde el grupo tenía capacidad para desmontar todo tipo de vehículos en menos de seis horas.

Una avalancha de denuncias similares hizo que la investigación arrancara a finales de mayo y que los agentes identificaran a un grupo de personas, la mayoría con antecedentes policiales, como los presuntos autores de los robos de turismos, motocicletas, embarcaciones neumáticas y motos de agua. "El líder de organización, residente en Palma, trabajaba bajo pedido ordenando y supervisando las actividades de los demás integrantes de la red", asegura la Guardia Civil antes de añadir que entre los once detenidos había desde mecánicos para el despiece de los vehículos hasta los conductores y transportistas que los sacaban los vehículos de España mediante contenedores a través de puertos marítimos. Igualmente, una parte de la red se encargaba de falsificar la documentación de los vehículos a través de una gestoría situada en Palma de Mallorca y así dar una apariencia de legalidad a sus actividades.

La investigación concluye que utilizaban varios modus operando. Una de ellos consistía en la sustracción de vehículo en diversos depósitos municipales repartidos por la geografía nacional. La organización, tras personarse con oficios judiciales falsificados, lograba que se les entregaran los mismos sin levantar ninguna sospecha y, tras falsificar la documentación, efectuaban un traspaso administrativo a varias empresas pantalla de la organización y conseguir un cierto grado de impunidad en sus acciones. Otra forma de actuar consistía en localizar el vehículo a robar, generalmente vehículos de alta gama. Una vez seleccionado, realizaban labores de vigilancia sobre las rutinas de sus propietarios. Una vez robado el vehículo lo desplazaban hasta los locales donde les cambiaban sus elementos identificativos. Algunas de estas piezas también eran vendidas en distintos talleres de la Isla por un precio muy por debajo de su valor de mercado.

Uno de los vehículos de alta gama recuperados fue sustraído en la localidad de Frosinone (Italia), lo que demuestra el radio de acción de los implicados en la estructura criminal investigada. De la misma manera, la organización se dedicaba a la sustracción de motos de agua que posteriormente transportaban hasta Marruecos que otras organizaciones traficaran con hachís entre el norte de África y el sur de la Península. Para minimizar los riesgos, contaban con otros miembros que alojaban los vehículos robados en distintas naves y talleres ubicados en Palma de Mallorca, desde donde eran exportados posteriormente.