­La limpieza del cauce del arroyo del Saltillo, que separa las localidades de Torremolinos y Benalmádena y en el que un vecino denunció el pasado mes de octubre un posible foco de leshmaniasis, continúa pendiente de ser abordada, sin que las distintas administraciones se pongan de momento de acuerdo en cuál de ellas debe acometer los trabajos. El último escrito conocido al respecto es de la Consejería de Medio Ambiente, que este pasado mes de noviembre respondió a una solicitud al respecto del Ayuntamiento de Torremolinos asegurando que en este caso es el consistorio «en primera instancia, quien debe asumir las actuaciones necesarias para eliminar los problemas de salubridad».

En el escrito, al que ha tenido acceso este periódico, la Consejería recuerda que el tramo de cauce en cuestión sobre el que solicita limpieza «tiene carácter urbano», por lo que sería de entrada una responsabilidad municipal. Según Medio Ambiente, es el Ayuntamiento de Torremolinos quien «debe ejercer, como competencia propia, la protección de la salubridad pública, sin perjuicio de las competencias que deba asumir la Consejería de Salud, en su caso».

Por su parte, fuentes municipales señalaron a este periódico que ambos consistorios, el de Torremolinos y el de Benalmádena, siguen pensando que la limpieza y desbroce corresponde a la Junta al tratarse de un caso de salud pública, aunque en todo caso, añadieron que se está gestionando una autorización por parte de la administración autonómica para poder proceder a actuar sobre los terrenos de forma subsidiaria para, tras la limpieza, realizar las tareas de fumigación.

La controversia se originó a raíz de que José Prado, un vecino propietario de una casa en la urbanización La Leala, en Arroyo de la Miel (Benalmádena), hiciera público que su nieto de 14 meses contrajo este pasado verano la enfermedad cuando pasaba con sus padres unos días de vacaciones en la vivienda. El bebé fue ingresado por dos veces en el Materno con fiebres de hasta 40 grados pero no fue hasta su regreso a Madrid, donde reside la familia, cuando le fue diagnosticada leshmaniasis, de la que afortunadamente se recuperó. Fue el propio Prado el que puso el caso en conocimiento de los ayuntamientos de Torremolinos y Benalmádena y de la Consejería de Salud por recomendación del servicio público de Salud de Madrid.

A raíz de que se conociera la noticia, el Consistorio torremolinense solicitó a la Delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta que desbrozara y acondicionara el cauce del arroyo del Saltillo. También el Ayuntamiento de Benalmádena señaló en su momento, a través de los informes sanitarios que realizó, que la determinación del posible foco de leshmaniasis y su tratamiento correspondía a la Junta.

Defensor del Pueblo

Prado explicó a ayer a este periódico que su único deseo, y el de todos los vecinos de su zona, es que se acometa la limpieza del arroyo del Saltillo, que según afirma «lleva años sin ser desbrozado ni fumigado, con lo que se ha convertido en un foco de ratas y mosquitos». Este vecino explicó además que hace unas semanas puso también el caso en conocimiento del Defensor del Pueblo Andaluz, con la pertinente documentación, solicitando a esta institución que «dentro de las posibilidades con que cuentan, hagan lo humanamente posible para que los gestores del patrimonio andaluz en estos dos municipios cumplan con las más mínimas reglas de sanidad». La oficina del Defensor del Pueblo Andaluz le contestó pocos días después, explicándole en un escrito que en esos momentos está analizando toda la documentación del caso, con el propósito de poder ofrecerle una respuesta» a la mayor brevedad posible».