Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Fuengirola un grupo criminal itinerante radicado en el núcleo poblacional de Las Lagunas, en Mijas, dedicado a la comisión de hurtos de teléfonos móviles en discotecas y locales de ocio nocturno de toda España.

Durante el operativo han sido detenidas cinco personas, dos mujeres y tres hombres, de nacionalidades rumana, búlgara y marroquí y con edades comprendidas entre los 41 y 20 años, como presuntas integrantes del grupo criminal y responsables de delitos de hurto.

Las pesquisas han permitido, hasta el momento, el esclarecimiento de una docena de hurtos perpetrados en las provincias de Palencia, Santander y Málaga.

También se ha practicado un registro domiciliario en Las Lagunas donde se han recuperado, entre otros efectos, 107 teléfonos móviles, 14 ordenadores, cinco cámaras fotográficas, 12 discos duros de ordenadores portátiles, tres tabletas y 855 euros.

En el operativo, los agentes han intervenido el vehículo que la red utilizaba para sus desplazamientos así como varias tarjetas de memoria y un lector, hallados ocultos en el interior del coche, según han informado desde la Policía Nacional en un comunicado.

Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de la presencia en la zona de un grupo organizado que viajaba a bordo de un vehículo y que se estaría dedicando al hurto de objetos electrónicos, principalmente teléfonos móviles, en discotecas y locales de ocio nocturno de la zona.

Las primeras pesquisas condujeron a los agentes hasta el vehículo que utilizaban en sus desplazamientos, a la identificación de sus cinco ocupantes y a la localización de un domicilio que la red utilizaba principalmente como almacén.

Según las pesquisas, los objetos procedentes de los robos tenían como destino final su venta en Marruecos, lugar al que los investigados tenían previsto realizar, de forma inminente, un viaje.

Durante la madrugada del pasado domingo 9 de abril agentes de la comisaría de Fuengirola localizaron el vehículo. Tras un seguimiento por las localidades malagueñas de Torremolinos y Benalmádena y por Málaga capital los policías lo interceptaron e identificaron a sus ocupantes cuando regresaban a su domicilio.

En el interior del coche intervinieron varios teléfonos móviles así como distintas tarjetas de memoria y un lector. Los teléfonos, apagados y desprovistos de sus tarjetas SIM y de memoria, fueron hallados ocultos bajo los recubrimientos de la palanca de cambios.

Centradas las pesquisas en torno a los teléfonos hallados, los investigadores averiguaron que procedían de distintos hurtos cometidos en la provincia de Málaga.

Los investigados actuaban siempre organizados y coordinados en grupo en el que cada uno asumía un papel y desempeñaba una función concreta. Dos de los hombres eran los encargados de conducir el vehículo y llevar a los otros tres --dos mujeres y otro hombre-- hasta el lugar de actuación y posteriormente recepcionar y ocultar los objetos robados, normalmente entre el mobiliario urbano y zonas ajardinadas, hasta el momento de abandonar todos juntos el lugar con el botín.

Las mujeres, por su parte, actuaban como pantalla facilitando la labor del tercero de los implicados, que era el responsable de despojar de los efectos a la víctima elegida; evitando de esta manera que fuera visto por el entorno de la víctima o grabado por las cámaras de seguridad del local de ocio.

De las investigaciones se desprende que los efectos sustraídos --aparatos electrónicos y teléfonos móviles de última generación-- eran transportados por los investigados camuflados entre objetos de lícita procedencia.