La pasada madrugada del sábnado 22 al domingo 23 de julio un joven bajo los efectos del alcohol agredió a una doctora en Benalmádena rociándola con un extintor mientras pasaba consulta de urgencias. El joven ha sido condenado a nueve meses de cárcel y tendrá que pagar 300 euros de multa y 250 euros de indemnización.

El joven había llamado horas antes al servicio de Salud Responde para que lo atendiera en su casa ya que dijo haber ingerido varios litros de cerveza y estar bajo los efectos del alcohol. Este servicio le comunicó que este tipo de urgencias no eran atendidas en casa ya que no se daba prioridad a este tipo de casos.

Horas más tarde, el joven se presentó en el HAR (Hospital de Alta Resolución) de Benalmádena en el servicio de urgencias donde fue evaluado en triaje y derivado a la sala de espera. Tras esto, el joven descolgó uno de los extintores del edificio y agredió a una de las doctoras que pasaba consulta de urgencias mientras exclamaba que tenía derecho a que lo atendiesen.

La mujer presionó el botón del pánico y gritó auxilio mientras escapaba por la puerta trasera de la consulta. Después regresó a la sala de espera y también roció a los presentes con el líquido de del extintor. Inmediatamente se presentaron los vigilantes de seguridad en el lugar y lo neutralizaron hasta que llegó la Policía.

La doctora y el paciente sufrieron, tras el ataque, efectos irritantes y tóxicos de la exposición al líquido de extinción de incendios, con picores en piel y ojos. La facultativa interpuso una denuncia en el servicio de atención al médico agredido del Colegio de Médicos de Málaga. "Hay que denunciar este tipo de casos. Se está perdiendo el norte en los centros de salud y cada vez hay más casos de pacientes que enarbolan sus derechos pero no conocen sus deberes como ciudadanos", explicó la agredida.

El Sindicato Médico de Málaga quiere recordar que ofrece servicios jurídicos a los facultativos para todo este tipo de casos y que condena radicalmente cualquier tipo de agresión verbal o física a los mismos. Al mismo tiempo que viene reclamando que en todos los centros de salud de la provincia también haya vigilantes de seguridad, cámaras y botones antipánico.