Yolanda Almida y sus dos hijos de 9 y 16 años podrán seguir viviendo en su casa situada en la calle Molino del Pato de Torremolinos un mes más.

Es el tiempo que el Banco Popular ha dado de margen a esta familia tras paralizarse este martes su desahucio gracias a la presión popular, pues más de 50 personas se concentraron en la puerta del inmueble en una acción impulsada por la formación política Costa del Sol Sí Puede (CSSP) y el colectivo Stop Desahucios.

Ahora, Yolanda cuenta con 30 días para encontrar una solución, que pasaría principalmente por establecer un alquiler social, tal y como estaba fijado hasta ahora entre el banco y la afectada, después de que esta última no pudiera hacer frente al pago de sus créditos pendientes desde hace aproximadamente un año, lo que provocó que la citada entidad financiera se hiciera con la propiedad de la vivienda.

Yolanda, de 44 años, se encuentra divorciada de su marido y, además, presenta un trastorno de estrés postraumático desde hace 15 años que le impide desarrollar cualquier actividad profesional. Por ello, únicamente ingresa 700 euros correspondientes a su pensión con los que tiene que asumir el pago de los préstamos pendientes al Banco Popular, los suministros básicos para llevar una vida normal y los gastos referidos a la alimentación, aseo y la escolarización de sus dos hijos.

Actualmente, esta vecina de Torremolinos no puede asumir dichos pagos con solvencia, situación a la que se suma que su exmarido también se encuentra enfermo y no puede transferirle la pensión compensatoria, como así correspondería.

Yolanda se mostró emocionada tras recibir la noticia de que finalmente no sería desahuciada, a la vez que agradeció una y otra vez al conjunto de vecinos desplazados hasta su vivienda el apoyo prestado. Sus vecinos no dudaron en portar pancartas reivindicativas y realizar cánticos reclamando que la mujer de Torremolinos debía permanecer en su inmueble.