La Policía Nacional ha detenido en Fuengirola a dos personas, una de ellas menor, por su presunta implicación en dos robos con violencia perpetrados a finales de octubre en dos farmacias de la localidad. También ha sido arrestado un joven de 21 años que supuestamente los presionó e intimidó para cometer los atracos para así ayudar a saldar una deuda de 300 euros originada por asuntos de drogas. Los agentes han intervenido los elementos de disfraz y el arma de los robos. Se han practicado tres registros en los que se han localizado cerca de medio kilogramo de hachís, 27.000 euros, terminales de telefonía móvil y un reloj procedente de los asaltos. La investigación policial se inició el 21 de octubre tras la denuncia interpuesta por el responsable de una farmacia que había sufrido un atraco. En ella relataba cómo, momentos antes de la 13.30 horas, un hombre, con el rostro cubierto y empuñando una pistola, accedió a la botica y le amenazó exigiéndole la recaudación del establecimiento. Así continuó hasta apropiarse de 700 euros y huyó a pie con el botín.

Las primeras pesquisas condujeron a los investigadores hasta un vecino de la localidad, un joven de 20 años, como el presunto autor del robo. Los agentes averiguaron que este vivía en una vivienda ocupada cercana a la farmacia. En plena investigación, el 30 de octubre, se perpetró otro robo con violencia en otra farmacia. Dos individuos con las caras cubiertas con máscaras negras y portando una pistola entraron en el establecimiento para hacerse con un botín superior a 2.200 euros. Las indagaciones llevaron hasta dos personas de la localidad -el joven de 20 años que ya estaba siendo investigado por el primer asalto y un menor de 17- como los responsables del robo. Además, los policías localizaron en un parque próximo, ocultas entre unos arbustos, las dos caretas y la pistola, junto a su caja, utilizadas en el atraco.

Las pesquisas llevaron a una tercera persona, un joven de 21 años y conocido de los anteriores,que fue detenido por supuestamente amenazar a los dos primeros para que cometieran los atracos y así saldar la deuda que tenían con él.