La plaza de La Nogalera tendrá tres ascensores de gran capacidad para comunicar a los usuarios con el vestíbulo y los andenes de la estación del tren de Cercanías. Así se lo comunicó el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, a quienes acudieron a la reunión informativa que convocó para explicar el proyecto de reforma de la estación a concejales, empresarios y vecinos.

La estación, que se ubicará en el mismo lugar que ocupa ahora, se remodelará para hacerla accesible, cumpliendo una histórica reivindicación vecinal.

El acceso a la estación de La Nogalera desde el exterior de la plaza se podrá hacer mediante escaleras fijas, mecánicas y un ascensor de gran capacidad, que permitirá dejar libre la plaza para uso y disfrute de los ciudadanos, como pedía el Consistorio. Briones añadió que en el interior de la estación se instalarán otros dos ascensores de gran capacidad para acceder desde el vestíbulo hasta los andenes, en una inversión global de 7,5 millones de euros y 18 meses de ejecución.

A pesar de estar convocado, como a otras tantas reuniones sobre la remodelación de La Nogalera, el alcalde de Torremolinos, José Ortiz (PSOE), y la primera teniente de alcalde, la también socialista Maribel Tocón no acudieron a la reunión de ayer -alegando que no han tenido tiempo de analizar los 500 folios que les entregaron el día anterior- y encabezarán la concentración que a partir de las doce del mediodía de hoy reivindicará el inicio de las obras que eliminarán las barreras arquitectónicas en la estación de La Nogalera.

La movilización solicitada por la plataforma Ascensor ¡Ya!, que agrupa a más de 40 colectivos torremolinenses, no descarta nuevas iniciativas pese a la licitación de los trabajos programados por la compañía Renfe esta misma semana.

Y es que representantes de la plataforma afirman que la licitación no implica que se ejecute el proyecto: «Sabemos que el pasado año unas 70 obras no llegaron a realizarse por distintos motivos. Es casi el 70%. Así que hasta que no empiecen estas obras mantendremos nuestro calendario reivindicativo, con o sin respaldo de los grupos políticos».