Los pescadores malagueños están en pie de guerra. Ayer conocieron detalles sobre el nuevo marco que impone la Unión Europea para el Mediterráneo y que sacrificará la cuota anual, a razón de una reducción del 10% en los días hábiles para faenar. Los portavoces del sector se reúnen hoy en Madrid para intentar que el Gobierno central les respalde en esta lucha, porque de otra forma temen que en dos años muchas de las embarcaciones se vean obligadas a suspender su actividad por la falta de rentabilidad.

El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la provincia, Miguel Ángel Carmona, sostiene que «es muy importante que la sociedad sea consciente de lo mucho que durante la negociación habrá en juego», a las puertas de una nueva Semana Santa, con miles de visitantes que llegarán a la Costa del Sol, atraídos precisamente por el típico pescaíto frito.

«La nueva normativa técnica es muy restrictiva y lo peor es que afecta a toda la flota de Málaga, ya que tenemos arrastre, cerco y también artes menores», argumenta el portavoz provincial.

Bruselas acaba de mostrar informes en los que señala que el Mediterráneo muestra síntomas de agotamiento. Con las medias de días de trabajo de las embarcaciones durante el periodo comprendido entre 2012 y 2015, el nuevo marco legal establece unas reducciones del 10% en los días de trabajo «que empezarían este mismo año», agrega Carmona.

Con estas cifras, cada empresa armadora vería cómo en dos años apenas dispondría de 150 días hábiles para pescar. Ya hace dos semanas se denunció esta situación durante un encuentro en la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Asistieron portavoces de las diferentes cofradías del Mediterráneo andaluz, miembros de la Asociación de Armadores de Andalucía y la Dirección de Pesca dependiente de la Junta de Andalucía.

En estrecha colaboración entre organismos, se elaboraron «unas alegaciones conjuntas, de las que todavía no hay respuesta», afirma el resto de patrones mayores malagueños consultados.

En Caleta de Vélez, varios de los pescadores consultados ayer hablaban ya de un «inminente desastre económico para el sector» y se plantean «movilizaciones multitudinarias», porque no esperan noticias positivas de la reunión prevista para hoy en la capital de España.

«Lo peor es que nadie habla de que buena parte de la situación que vive el Mediterráneo nace de la falta de depuración de las aguas y de los vertidos ilegales. Los pescadores siempre seremos los primeros interesados en la buena salud del mar», explicaba José Martín.

En la actualidad apenas quedan 249 barcos en la provincia, de los que 125 se dedican al marisqueo. Otras 55 embarcaciones pertenecen a la cuota de artes menores, 37 a la categoría de arrastre y el resto, 32, de cerco. Las últimas pescan el boquerón, la sardina o el jurel.