Dos zarpazos policiales en la provincia de Málaga han supuesto la detención de una treintena de personas y la intervención, por un lado, de 7,5 toneladas de hachís y de 32 kilos de marihuana, por otro. En la primera operación, la Guardia Civil, ha intervenido más de 7.500 kilos de hachís en una actuación en la que han sido detenidas diez personas que se dedicaban supuestamente a introducir grandes cantidades de esta droga en España a través de la costa de Málaga y del Campo de Gibraltar. La investigación ha permitido desmontar parte de la infraestructura de la red para llevar a cabo los alijos con embarcaciones de alta velocidad y se han recuperado diez vehículos sustraídos que se utilizaban para cometer los delitos, así como tres armas de fuego. Los agentes detectaron una organización que tenía como centro de operaciones Manilva y Estepona, por lo que establecieron un dispositivo de vigilancia que permitió entre enero y mayo la aprehensión de 4.200 kilos de hachís, así como la detención de siete personas y la recuperación de siete vehículos. Durante la investigación, la Guardia Civil localizó en el Puerto de la Duquesa, en Manilva, la infraestructura empleada por la red para llevar a cabo el repostaje de combustible en alta mar y el cambio de tripulación de las embarcaciones. Posteriormente, se llevaron a cabo nuevas intervenciones, la más reciente en una finca ubicada en Los Barrios (Cádiz), donde los agentes hallaron 3.300 kilos de hachís en un zulo practicado detrás de una pared de la cocina de la vivienda.

Por su parte, una investigación de la Policía Nacional ha desarticulado una potente organización dedicada a cultivar marihuana en Córdoba para posteriormente exportarla desde Málaga a Europa, principalmente a Holanda. La operación Marbú suma 21 detenidos, más de 32 kilos de marihuana intervenidos y el desmantelamiento de 11 invernaderos indoor con 4.730 plantas. Además, los agentes han interceptado 14 armas de fuego y diversa munición. La operación se ha desarrollado en tres fases. En la primera, iniciada en octubre del año pasado, los agentes detectaron una organización de españoles y holandeses asentada en Málaga y Córdoba. Pronto constataron que el grupo estaba preparando un importante envío de esta droga. El estupefaciente, adquirido en Córdoba, estaba siendo almacenado en una vivienda de Benalmádena. Dos registros acabaron con 20 kilos de marihuana, 85 gramos de hachís e intervinieron, entre otros efectos, dos vehículos, 3.395 euros y varios teléfonos móviles en manos de los agentes. Además detuvieron a tres personas como presuntos responsables de los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

En una segunda fase desarrollada en abril, la Policía Nacional detuvo a dos de los cabecillas del grupo supuestamente encargados de coordinar la red de invernaderos de Córdoba. Además desmanteló las principales plantaciones que explotaban y que servían de abastecimiento a diversas redes asentadas en la provincia malagueña como punto intermedio para el envío de marihuana al resto de Europa. Fueron arrestadas 13 personas. La tercera etapa culminó con la detención de sus últimos cinco integrantes, todos ellos intermediarios y personal de confianza de la organización.