El instinto de dos agentes de la Guardia Civil de Estepona permitió interceptar la semana pasada dos toneladas de resina de hachís que un hombre transportaba en una furgoneta. Según ha informado hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, los hechos ocurrieron la mañana del pasado día 19 en la A-7 a su paso por este municipio, cuando agentes de la Patrulla Fiscal y Fronteras que realizaban tareas de vigilancia en las costas malagueñas observaron una furgoneta que circulaba por dicha vía y que les infundió sospechas. Llevados por su intuición, los agentes decidieron seguir al vehículo, cuyo conductor y único ocupante se mostraba indeciso a la hora de ejecutar maniobras de circulación. Los agentes decicidieron entonces dar el alto al conductor y proceder a su identificación, aunque éste hizo caso omiso e intentó continuar su ruta evadiendo a la patrulla, que finalmente consiguió detener la furgoneta en un lugar seguro para los otros usuarios de la vía.

Cuando los agentes abrieron las puertas de la furgoneta comprobaron como la misma estaba repleta de fardos de hachís por lo que procedieron a la detención del conductor acusado de un delito contra la salud pública. Los fardos estaban dispuestos por una enorme cantidad de pequeños paquetes de resina de hachís de gran pureza. Además de la droga se ha intervenido el vehículo, que ha sido puesto a disposición judicial junto con el detenido.