La Oficina Nacional de Turismo de Marruecos ha informado de que más de 5.000 personas han podido descubrir uno de sus destinos turísticos emergentes, como la región de Dakhla, en el «Sáhara marroquí», con motivo de la primera de las acciones programadas en la Península Ibérica y que esta vez ha tenido al Ayuntamiento de Torremolinos como anfitrión.

Más de 40 personas desplazadas desde Dakhla han dado vida a una serie de actividades que perseguían, del 21 al 28 de julio, divulgar la gastronomía, la música tradicional o el vestuario de un territorio todavía desconocido para potenciales visitantes, pero que tuvo un pasado español cuando la ciudad de Dakhla fue fundada como Villa Cisneros y perteneció a España hasta mediados de los setenta.

El Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso, las playas torremolinenses, la plaza de La Nogalera o el Palacio de Ferias y Congresos han sido algunos de los escenarios donde han tenido lugar las acciones organizadas por el Consejo Regional de Turismo (CRT) de Dakhla-Oued Ed Dahab, en colaboración con el reseñado Ayuntamiento y la Oficina Nacional de Turismo de Marruecos, entre otras instituciones.

Una gran jaima de 600 metros cuadrados de superficie ha presidido durante una semana la explanada del centro cultural, en horario de tres de la tarde a once de la noche, con acceso gratuito para «disfrutar de actividades artesanales, gastronómicas y musicales». Además se ha celebrado un seminario turístico sobre esta región, con asistencia de inversores y empresarios en general que han podido conocer diversas ventajas fiscales que brinda el entorno de Dakhla.

Torremolinos ha subrayado que el presupuesto de estas acciones se ha elevado a más de 300.000 euros, de los que al menos un 50% ha repercutido directamente en el municipio costasoleño, mediante la presencia de artistas, autoridades de distintos enclaves de Marruecos y de personal encargado de elaborar las degustaciones gastronómicas. El propio Consistorio remarcó el enorme potencial de la región de Dakhla-Oued Ed Dahab, «caracterizada por una riqueza cultural, humana y natural excepcional, pero también por combinar desierto, llanuras, montañas y oasis».