El Ayuntamiento de Torremolinos ha elaborado un plan estratégico de Acción Social y Servicios Comunitarios del municipio en colaboración con la Universidad de Málaga, en el que establece su hoja de ruta para los próximos cuatro años en cuanto a políticas municipales de protección, integración y lucha contra la desigualdad de los colectivos sociales más desfavorecidos.
El objetivo es tener una mayor capacidad de respuesta antes las necesidades de colectivos en riesgo de exclusión social como personas mayores, personas dependientes, jóvenes, infancia e inmigrantes, y siempre desde una perspectiva de género, según ha explicado el alcalde, José Ortiz.
El estudio encargado a la UMA supone un diagnóstico sobre la eficacia de las actuales políticas públicas de la administración, con las necesidades reales y las mejoras a introducir para contrarrestar las causas de las desigualdades en la localidad. Para ello, se ha realizado un estudios exhaustivo y 400 encuestas a profesionales y ciudadanos.
El Ayuntamiento de Torremolinos comenzará a implementar el plan, tras 15 meses de trabajo del equipo de investigación de la UMA, dirigido por el doctor y profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Métodos de Investigación, Eduardo Vila Moreno.
El plan traza la estrategia a seguir durante los próximos cuatro años ligada a nueve ejes que diseñan la política de acción social y los objetivos específicos para el "bienestar, calidad de vida de la ciudadanía y avanzar hacia el modelo social al que aspiramos", según el concejal de Servicios Sociales, Pedro Pérez.
Ejes
El primer eje pone el foco en la planificación, coordinación y organización, y plantea la necesidad de potenciar los recursos humanos adscritos al área de Servicios Sociales, desarrollar protocolos de atención e incluso mejorar el equipamiento informático para el tratamiento de datos.
Asimismo, recoge la mejora de la protección social y la atención a necesidades sociales, aumentando las prestaciones económicas y de servicios a las personas y familias; estableciendo la educación como ámbito de prevención, desarrollando estrategias de apoyo a personas mayores, y los recursos para la atención a personas sin hogar y transeúntes, además de implementar proyectos de cooperación intergeneracionales.
El tercer eje apunta a la mejora de la calidad y la transparencia, mediante la constitución del consejo municipal de servicios sociales; desarrollar una carta de derechos y deberes de la ciudadanía en relación a los servicios sociales; y potenciar la dinámica de trabajos colaborativos y multidisciplinares entre diferentes áreas.
El cuarto punto proponer diseñar un plan de formación permanente atendiendo a las necesidades reales de los profesionales, y acciones formativas en diferentes zonas del municipio y colectivos como jóvenes, migrantes, asociaciones de vecinos, etcétera.
Otra de las medidas recogidas en el plan es establecer políticas activas y de formación para el empleo, teniendo en cuenta a personas, colectivos y contextos; generar iniciativas de inclusión laboral tuteladas; y conciencia empresarial para la inclusión socio-cultural.
En el eje número seis se establece la necesidad de mejorar los canales de comunicación y protocolos internos y externos, incrementando el acceso a la información compartida y reduciendo los tiempos de atención y acción de las personas y profesionales pertinentes, así como la participación social y desarrollo comunitario, a través de campañas de sensibilización sobre colectivos y sobre la labor que realizan los servicios sociales, fomentar el voluntariado y la participación social, poniendo en valor el desarrollo comunitario desde el asociacionismo.
El octavo propone fomentar la inclusión y la cohesión social, a través de un servicio de mediación intercultural y campañas de concienciación social de lucha contra el racismo y la xenofobia en la ciudadanía.
Por último se aborda la perspectiva de género a través de campañas de formación y sensibilización sobre la parentalidad positiva en la población en riesgo de exclusión, en coordinación con centros educativos y entidades sociales y empresariales; o involucrar a la población masculina en prácticas domésticas y de cuidados.
