El Ayuntamiento de Estepona ha iniciado las obras de tres nuevos tramos de la senda litoral que permitirán la construcción de tres puentes peatonales sobre los arroyos Taraje, Antón y Guadalobón.

El primero de los tramos corresponde a una pasarela de 130 metros de longitud que incluirá un puente de madera sobre el arroyo Taraje, según ha explicado la teniente alcalde del área de Fomento, Infraestructuras y Turismo (FIT), Ana Velasco.

El puente tendrá una longitud de 20 metros y permitirá atravesar el arroyo Taraje. La senda será de hormigón impreso, excepto la pasarela del puente que será de madera. Además se crearán tres zonas ajardinadas. Como en el resto, el proyecto se completará con nueva iluminación y con mobiliario urbano, con un coste de 350.000 euros y un plazo de ejecución es de dos meses.

El segundo de los proyectos contempla la construcción de un puente de madera de 43 metros de longitud y 3,5 metros de anchura sobre el cauce del arroyo Guadalobón; será el de mayor tamaño que se ha construido en la localidad hasta el momento.

Este puente conectará la urbanización Riviera Andaluza con una nueva zona residencial que se está ejecutando al oeste. Además, se construirá un muro de escollera previamente y la cimentación para la estructura. El coste de este nuevo tramo es de 217.0000 euros y tiene un plazo de ejecución de un mes.

El tercer tramo es el que transcurre por la zona del arroyo Antón. Tiene una longitud total de 125 metros y consiste en una senda peatonal pavimentada para unir los caminos peatonales ya existentes a uno y otro lado. Además, se ejecutará un puente de 20 metros de longitud con pasarela de madera, con una inversión de 214.000 euros.

Los tres tramos serán costeados con una subvención concedida por la Diputación Provincial de Málaga.

El proyecto de la senda litoral unirá los más de 22 kilómetros de litoral de Estepona a través de sendas peatonales con el objetivo de que los ciudadanos puedan pasear y practicar deporte al aire libre.

Este proyecto cambiará la fisonomía de la costa tras poner en valor unos espacios que actualmente están incomunicados y que no pueden ser disfrutados por los ciudadanos. En este sentido, la senda litoral está ofreciendo a vecinos y turistas la posibilidad de disfrutar de zonas desconocidas de la ciudad y de entornos que hasta ahora eran inaccesibles; así como de unas vistas privilegiadas en espacios en los que realizar actividades saludables al aire libre.