La Policía Nacional ha detenido en Madrid a once personas de nacionalidad española implicadas en 254 estafas al alquilar pisos vacacionales inexistentes en zonas costeras del Mediterráneo, entre ellas Benalmádena, con las que obtuvieron unos 100.000 euros.

Diez de los arrestados tienen antecedentes por hechos similares, algunos incluso más de una veintena, y cuatro ya se encuentran en prisión. A los implicados se les atribuyen delitos de pertenencia a organización criminal, estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental y hurto.

La investigación se inició en el mes de mayo a partir de informaciones que apuntaban a la existencia de una organización dedicada a la realización de estafas vacacionales. Los detenidos publicaban anuncios en páginas web de reconocido prestigio en los que ofrecían alquileres de apartamentos en Benidorm, Gandía, Salou, Oropesa del Mar, Benalmádena y La Manga del Mar Menor a un precio muy inferior al del mercado, llegando a estafar unos 100.000 euros que han sido recuperados por los investigadores.

Tras efectuar el pago de las reservas y acudir al supuesto apartamento vacacional las familias se percataban de que habían sido víctimas de una estafa ya que el mismo no existía. Los miembros del grupo obtenían documentación y datos de personas mediante la comisión de robos y hurtos con la finalidad de abrir cuentas bancarias y dar de alta líneas telefónicas.

A continuación, los detenidos insertaban anuncios en páginas web gratuitas en las que ofrecían alquileres en zonas costeras a un precio muy inferior al real del mercado. Una vez que se ganaban la confianza de sus víctimas entablando conversaciones a través de los canales habilitados en las web de anuncios y constatado el interés de los afectados cambiaban el modo de comunicación utilizando un correo electrónico y un teléfono de contacto. Para dar mayor credibilidad los arrestados enviaban a sus víctimas datos y documentación personal de personas a las que habían usurpado su identidad a fin de formalizar el alquiler vacacional. Las familias en muchos casos se vieron en la calle y sin alternativa de alojamiento debido a la alta ocupación hotelera propia del periodo vacacional.

Los agentes registaron, además, dos inmuebles donde incautaron documentación personal, teléfonos móviles, tarjetas SIM y bancarias.