Británicos residentes en España viven con incertidumbre las negociaciones del 'brexit' entre el Gobierno de Reino Unido y la Unión Europea, y en concreto el alargamiento del plazo de las mismas, que llevará tarde o temprano a una ruptura, ha lamentado la presidenta de Brexpats in Spain, Anne Hernández.

La asociación, que se gestó en un grupo de la red social Facebook en el municipio malagueño de Mijas, surgió tras el referéndum celebrado en Reino Unido en 2016 para dar respuesta profesional a las dudas de los residentes o propietarios de la zona, y se ha extendido a nivel nacional debido a la demanda, con más de 5.500 miembros.

El colectivo es de carácter "apolítico", y no está a favor ni en contra del 'brexit', ha aclarado Hernández, ya que "el resultado afectará a todos por igual", en relación a los residentes en el extranjero, y la extensión del plazo de la negociación acordado entre los 27 y la primera ministra británica, Theresa May, esta semana no ha hecho más que dilatar la "incertidumbre".

"La única certeza es la incertidumbre, no sabemos nada", ha replicado esta británica que lleva más de 32 años viviendo en España. "No queremos salir de aquí, nuestro hogar está aquí, la familia, la propiedad, no queremos cambiarlo", ha remarcado.

Múltiples son las dudas que tiene el colectivo, por ello Hernández también ve necesario crear una "figura" que represente a los residentes británicos en España en la Unión Europea y que lleve sus "preocupaciones" al Gobierno de Reino Unido, ya que el Consulado y la Embajada son entes administrativos.

"Después de 27 meses no sabemos nada, estamos en el limbo y esta incertidumbre es inaguantable", ha esgrimido la presidenta de Brexpats in Spain, que asegura que los británicos que viven en el extranjero "no tienen voz" y están "olvidados" por su país, por lo que ha agradecido el "apoyo" de España.

Una de las principales preocupaciones es el derecho al voto, ya que los ciudadanos que no son europeos "no tendrán derecho a votar en las elecciones europeas ni en las municipales" en España. Tampoco Reino Unido permite votar a aquellos que lleven más de 15 años en el extranjero y España "no permite" la doble nacionalidad con este país.

El acceso a la sanidad pública española es otro de los quebraderos de cabeza, ya que en la actualidad existe un acuerdo bilateral entre ambos países por el cual Reino Unido paga una cantidad por paciente y que puede no seguir vigente tras la ruptura.

En este sentido, temen perder el acceso a la sanidad y verse en la obligación de "pagar un seguro privado", ha lamentado Jenny Crespo, miembro de la asociación, lo que resultará más difícil a aquellos "mayores de 70 años" o con "tratamientos crónicos".

También preocupa la "congelación" de las pensiones, la libertad de movimiento, que dificultaría las visitas a familiares; el posible "cierre de la frontera con Gibraltar", las dificultades que el 'brexit' puede generar en las importaciones y exportaciones, o a nivel administrativo, como la posible renovación periódica del carné de conducir, ha dicho.

El traslado de las mascotas es otra de las cuestiones, ya que Reino Unido obligaba a "aislar al animal seis meses" en una "perrera oficial" para evitar "infecciones", que con el pasaporte europeo no es necesario, o el tema financiero, ya que no saben si podrán "continuar las transferencias" o "sacar dinero en el extranjero" de bancos británicos.

Según los datos que maneja la asociación, en la actualidad residen en España más de 300.000 británicos empadronados, de los cuales la tercera parte son pensionistas, y como destinos preferidos están la Costa del Sol, Alicante, Las Canarias, Islas Baleares, Andalucía, Valencia y la Costa Brava.