Los hechos sucedieron la noche del pasado viernes, cuando en el popular restautante Tiki, ubicado en el paseo marítimo de Playamar (Torremolinos), un individuo irrumpió en el local sobre las 21.00 horas y disparó contra un hombre mientras cenaba. Tras la llegada de la policía nacional, Local y los servicios de emergencias, la víctima, que presentaba impactos en la cabeza y abdomen, fue trasladada de urgencias en una UVI Móvil al Hospital Regional de Málaga, donde falleció a las pocas horas.

Tras la investigación, se ha reconocido a la víctima, de 33 años, la cual era miembro de una red criminal holandesa especializada en extorsiones y tráfico de estupefacientes, que opera con armas de fuego y artefactos explosivos para atentar contra la vida de los integrantes de otros grupos criminales rivales que operen en España.

Además, el hombre fallecido fue detenido hace un mes por su relación con la bomba hallada en Marbella y su muerte "parece ser un ajuste de cuentas", según ha informado María Gámez, subdelegada del Gobierno en Málaga.

El ejecutor de los disparos y su cómplice, que lo esperaba en el coche en la puerta del restaurante, según adelantó La Opinión, pudieron huir en una furgoneta blanca sin ser detenidos.