Los leopardos en peligro de extinción de Bioparc Fuengirola se han vuelto a aparear tras la renovación de su hábitat. Tissa y Toñi, tal y como se conoce a esta pareja, ya tuvieron descendencia, pero fue en los años 2007 y 2012, de manera que se trata del primer apareamiento de esta década.

Los responsables del parque han señalado que estos leopardos pertenecen a la subespecie en peligro de extinción de Sri Lanka (Panthera pardus kotiya). Los hijos de sus anteriores apareamientos ya no se encuentra en Bioparc Fuengirola, ya que fueron enviados a otros parques de animales dentro del programa de conservación de la especie después del tiempo estipulado con su madre, según ha precisado el propio parque costasoleño.

El inicio del apareamiento de estos felinos es señal del bienestar y adaptación que tiene esta pareja de leopardos en Bioparc Fuengirola, que fomenta la mencionada mejora de su hábitat en el parque. «La reforma de esta área ha supuesto la ampliación de la zona disponible para la especie hasta seis veces su tamaño original, además del incremento en volumen del hábitat, incorporándose ramas a diferentes alturas, llegado hasta los 12 metros de altitud. Esta remodelación también ha significado una nueva forma de observación para los visitantes al parque, ya que este hábitat confiere nuevos puntos de vista dentro de los espacios para las especies dentro de los parques de animales y una experiencia mucho más inmersiva para los visitantes, dentro del concepto de zoo-inmersión que prevalece en Bioparc Fuengirola», apuntan los propios responsables.

También relatan que los leopardos, a diferencia de otros felinos, «son animales que pasan mucho tiempo encaramados en las ramas de los árboles». Para esta especie los árboles no son solo un lugar donde descansar con seguridad, ya que, además, los utilizan para observar y divisar a sus posibles presas y para alejar la comida del suelo y así evitar ser robada por otros animales carroñeros. Para conseguir todo este proceso de mejora durante meses un gran número de especialistas han trabajado para dar forma a este hábitat. Desde arquitectos, obreros, veterinarios o técnicos del equipo de zoología hasta tematizadores.