El Ayuntamiento de Benalmádena recordó ayer que con el fin de año, en concreto el próximo 30 de diciembre, terminará la campaña de carácter voluntario para las extracciones que permitan establecer el ADN canino. A partir del 1 de enero de 2019, el Consistorio estará en disposición de sancionar a los propietarios cuyas mascotas no hayan cumplimentado el microchip obligatorio con la correspondiente huella genética.

Así lo remarcó la edil de Sanidad, Alicia Laddaga, al tiempo que subrayó que resta todavía gran parte del presente mes de noviembre y todo el mes de diciembre para cumplir con el propósito de una campaña «con la que reforzamos la protección de los animales, y reafirmamos nuestro no rotundo al maltrato y el abandono», matizó la responsable municipal.

«Los propietarios de los perros que residan en el municipio deberán someter a sus mascotas a una extracción de sangre, realizada por un veterinario identificador, con la intención de obtener una muestra de ADN y así determinar el genotipo del animal», detalló la edil tras reconocer que se trata de un trámite bastante sencillo.

En otros municipios como Málaga capital, las autoridades indican que se ha reducido considerablemente el abandono de los animales, en línea a las medidas que ya se han tomado en otros países.