El Ayuntamiento de Torremolinos ha adjudicado las obras de reparación de la cubierta de la Casa María Barrabino, cuya ejecución tendrá un coste de 137.000 euros.

Los trabajos tendrán una duración de dos meses y medio, lo que supone una reducción de 45 días sobre el plazo estimado en un principio.

La actuación se ha adoptado de manera prioritaria para frenar el deterioro de este emblemático edificio y garantizar la seguridad de la estructura y la estaqueidad del inmueble, que forma parte del patrimonio de Torremolinos y se va a integrar en la plaza Costa del Sol.

La obra en concreto permitirá restaurar la cubierta original del edificio y evitar en principio su sustitución al ser una pieza original de indudable valor patrimonial.

Además posee unas características ornamentales y tipológicas de mérito para su conservación. Por ello, se repararán y sustituirán los elementos más degradados y se conservarán todos aquellos que lo permita, sin desmontar la armadura existente, a excepción de aquellos elementos que requieran su sustitución, señala el informe técnico que dio pie al concurso de estas obras, según informa el Ayuntamiento.

El informe técnico previo recoge que "las cubiertas presentan graves problemas de conservación, con filtraciones que han podrido algunos componentes de madera del interior y los encuentros con los muros en los que apoya una de las cerchas".

Por ello, ante de su rehabilitación se ha protegido la cubierta mediante un entramado de plásticos y se han retirado las tejas que se están apilando en el interior del edificio para su posterior recuperación.

Construida en torno a 1862, la Casa de María Barrabino cuenta con valores artísticos, etnológicos e históricos de Torremolinos. El inmueble refleja los gustos de la burguesía decimonónica malagueña y se encuentra ligada a los inicios de Torremolinos como localidad destinada a albergar un turismo residencial, que más tarde sentaría las bases del desarrollo de su actividad económica.

Se trata de una de las pocas casas de la época que aún conservan en gran parte su decoración y estructura originales, deterioradas por el paso del tiempo y la desmemoria, pero igualmente representativas del patrimonio del siglo XIX, subraya el informe arquitectónico.

Adquirida por el Ayuntamiento en 2017, la Casa de María Barrabino muestra los hábitos de vida de la burguesía del siglo XIX a través de su arquitectura y decoración. Era uno de los edificios olvidados con mayor valor arquitectónico de la costa, que contribuirá al realce y prestigio del centro urbano y de Torremolinos.

La casa quedó deshabitada en 1997 tras la muerte de su última moradora y el empeoramiento tanto de sus dependencias como el de la cubierta la ha llevado a un estado de ruina. Los problemas que venía arrastrando la fachada han propiciado que el agua se filtre poniendo en peligro tanto las techumbres, como los frescos que las decoran y las paredes.

El Plan General de Ordenación Urbana califica este edificio con Nivel de Protección Arquitectónica, en base a su valor arquitectónico y su correcta disposición en la trama de la ciudad y se protege con el fin de preservar sus características de integración ambiental en el entorno urbano.