El Ayuntamiento de Benalmádena dio ayer luz verde a la creación de una comisión mixta, integrada por representantes de Policía Local y de la Policía Nacional, al objeto de «estudiar la viabilidad y conveniencia» de instalar videovigilancia en las zonas del municipio con una mayor afluencia turística, por ejemplo, Puerto Marina o la plaza Solymar.

La medida parte de una demanda vecinal, pero en ese primer análisis se mantendrán encuentros a los que asistirán los comerciantes y residentes con la intención de lograr la aceptación social de los dispositivos. El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas, y el concejal de Seguridad, Javier Marín, presidieron ayer con este único punto en el orden del día una «reunión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad».

La instalación de cámaras de vigilancia en diferentes puntos del municipio fue aprobada de manera preliminar por unanimidad de los integrantes de dicho órgano. Y la consecuencia más inmediata va a ser el inicio de los «trámites para legalizar esta iniciativa y ponerla en marcha».

La comisión mixta propuesta se encargará de supervisar esa viabilidad y conveniencia de las ubicaciones propuestas, «evaluando en esa primera fase la incidencia de los diversos delitos en cada entorno». Posteriormente se remitirá el dossier que configuren, de forma conjunta, a la Comisión de Garantías de la Videovigilancia de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Este órgano deberá aprobarlo para que se pueda proceder a instalar los dispositivos.

El Consistorio tiene previsto optar «por un sistema que incorpore los últimos avances tecnológicos en materia de videovigilancia. Así se podrá hacer un seguimiento exhaustivo de los «autores de los delitos» una vez detectados.