­Ni de lejos esperaban tener un resultado tan exiguo. Las vitaminas que la formación naranja había obtenido en las elecciones autonómicas en otros lugares de España como Cataluña, y el subidón que el partido había experimentado tras las intervenciones de Albert Rivera en los debates televisivos, hacían presagiar a Ciudadanos que repetiría los mismos cuatro concejales de 2015 en Torremolinos, si no obtener algunos más.

Pero en las elecciones municipales la marca no lo es todo, como reconocían ayer fuentes del PSOE local. Y si no que se lo digan a Vox, cuyo efecto en las autonómicas se ha diluido como un azucarillo por los municipios de España, a pesar de que en Torremolinos han cosechado dos concejales.

«No son los resultados que esperábamos, pero hemos fidelizado el voto de centro y, a partir de ahora vamos a ir a más», decía ayer el candidato de Cs a la Alcaldía de Torremolinos, Nicolás de Miguel, consciente de que tiene la clave para que José Ortiz siga otros cuatro años más al frente de la Alcaldía o de abrirle la puerta al nuevo PP local liderado por Margarita del Cid.

Orgulloso de haber nacido en el País Vasco, De Miguel ejerce de gallego cuando se le pregunta si dará su apoyo al PP o al PSOE para formar gobierno en Torremolinos los próximos cuatro años. «Esperaremos a escuchar las ofertas de todos los partidos, porque nosotros dialogamos y escuchamos a todos, y tomaremos una decisión en función de las propuestas de nuestro programa», afirmó ayer a La Opinión de Málaga.

Nicolás de Miguel no quiere ni oír eso de que la decisión de lo que pase en Torremolinos se tomará en Madrid o que forzosamente tiene que repetir un pacto a la andaluza, con Vox y con PP. Y sobre la idea de entrar a formar gobierno con PP o PSOE es taxativo: «Estamos dispuestos a lo que sea mejor para Torremolinos -y te juro que no me he preparado las respuestas-», sostiene enigmático.

Como buena estratega, la vencedora de estas elecciones, Margarita del Cid, se muestra cauta y guardar sus cartas. Es consciente de que en sus primeras elecciones como candidata ha obtenido solo un edil menos que su antecesor, Pedro Fernández Montes en un momento en el que era necesario regenerar el partido para evitar perpetuar a la izquierda en el poder. «Vamos a hablar con todos y ver qué soluciones son más factibles. Ahora debemos ser cautos, discretos y trabajar. Lo que está claro es que Torremolinos necesita un gran cambio y un gran equipo de gobierno, con ganas de trabajar por la ciudad».

Donde no lo ven tan claro es en el PSOE. «Con todo lo que hemos hecho», se lamentaban ayer. El PSOE se veía capacitado para ganar las elecciones, e incluso rozar la mayoría absoluta, después de acabar con 40 años de gobierno del PP y liderar la transformación del centro de la ciudad, con la flamante peatonalización del centro de Torremolinos.

Pero en la caja fuerte del partido guardan la clave de la derrota. «Hemos subido en todos los colegios salvo en dos: en el entorno del Ayuntamiento y de El Calvario. Hemos registrado subidas importantes en barrios tradicionales del PP, pero hemos olvidado hacer actuaciones en nuestras barrios. Ahí hemos perdido las elecciones», comentan fuentes internas del partido.