A apenas unos días de que se cumplan 16 años del brutal crimen por el que se le buscaba en su país, el británico Christopher Guest More ha sido localizado y detenido en Malta, uno de los destinos junto a la Costa del Sol donde siempre se sospechó que podía ocultarse. Fue la noche del pasado jueves 8 de junio en una operación conjunta entre la Agencia Nacional del Crimen (ANC) y las autoridades maltesas desarrollada en el consejo de Swieqi. La noticia se ha celebrado por todo lo alto en la ANC, cuyos investigadores han convertido a Guest en uno de los rostros más conocidos en la lista de los criminales británicos más buscados más allá de sus fronteras. Durante su búsqueda, impulsada esta misma primavera, se llegó a ofrecer una recompensa de 10.000 libras a quien ayudara a localizarlo.

La razón, su presunta implicación en la tortura y asesinato de Brian Waters en una granja de Knutsford, en el condado de Cheshire, en la que este cultivaba marihuana. Las autoridades inglesas no tienen dudas de que Guest, que entonces tenía 25 años y ahora 41, es una de las personas que el 19 de junio de 2003 asaltó la vivienda de la víctima para cobrar una deuda de 20.000 libras. Para conseguirlo lo ataron a una silla y lo agredieron sin piedad delante de sus dos hijos. Luego le azotaron y le clavaron grapas con una máquina. Finalmente lo colgaron en una viga bocabajo, lo agredieron sexualmente con una barra de hierro y lo apalearon hasta la muerte. El cuerpo de Waters fue localizado en el establo con más de un centenar de lesiones. Mientras tres de los compañeros de Guest cumplen cadena perpetua desde hace años por el crimen, el fugitivo también tendrá que rendir cuentas por intentar matar en la granja a un segundo hombre y retener a varias víctimas durante el asalto.

Su fotografía ha sido difundida desde entonces sin descanso por Interpol, Europol y Crimestoppers, esta última organización muy vinculada a las búsquedas de criminales ingleses (operación Captura) que eligen los destinos turísticos españoles más importantes para pasar desapercibidos entre sus compatriotas. No obstante, Guest entró en el radar policial español apenas unos días después del crimen, cuando se supo que su padre había volado desde Reino Unido a Málaga para entregarle una maleta de ropa, un móvil nuevo y una gran cantidad de dinero en efectivo con la que supuestamente pretendían pagar un alojamiento para el fugitivo.