La Guardia Civil ha desmantelado en la Costa del Sol la organización de narcotraficantes que a finales del mes de mayo provocó la muerte de Fermín Cabezas González, el agente de Tráfico que perdió la vida en Algeciras durante la persecución de un vehículo cargado con 210 kilos de hachís que finalizó con tres detenidos. Dos meses después del terrible accidente, sus compañeros y la policía francesa han culminado la operación Mayis con trece arrestos más y la activación de una orden europea de detención sobre un huido por su presunta pertenencia a una organización que distribuía grandes cantidades de droga desde la provincia de Málaga hasta Madrid y las localidades francesas de Marsella y Perpiñán. A los detenidos, de nacionalidades francesa y española, se les acusa de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, mientras que en los registros se han intervenido 2.401 kilos de hachís, nueve kilos de marihuana, dos armas de fuego, 17 vehículos, 17.490 euros en efectivo, y material para la distribución de la droga. Según informó ayer el instituto armado, los traficantes contaban con dos bases operativas en Marbella y Benalmádena y otras tantas en las citadas ciudades galas. Para ello, los implicados depositaban la droga en viviendas, garajes y trasteros de alquiler en varios municipios de la provincia malagueña. Desde estas guarderías, como se conoce policialmente a estos almacenes de droga, iniciaban el transporte de noche hasta los lugares de destino mediante el método del go fast con vehículos de alta cilindrada con matrículas francesas dobladas.

Gracias a la cooperación con la Oficina Central para la Represión del Tráfico Ilícito de Estupefacientes (OCRTIS) de Marsella, la Guardia Civil tuvo conocimiento de que este grupo ya estaba siendo investigado en Francia, donde las autoridades habían intervenido 150 kilos de hachís en uno de estos vehículos. A partir de esta aprehensión, ambas investigaciones se coordinaron y centraron sobre los miembros asentados en Málaga. Los agentes corroboraron que se dedicaban a suministrar sustancias estupefacientes, principalmente hachís y marihuana, a otros grupos de la provincia de Málaga y al transporte de la droga hasta el país vecino y su posterior distribución en distintas localidades francesas.

De la misma manera, las pesquisas revelaron que el grupo era muy peligroso y no dudaba en actuar con gran violencia, llegando en dos ocasiones a arremeter contra los vehículos policiales al verse interceptados por los agentes, como el incidente que acabó con el fallecimiento del agente de la Guardia Civil. La Policía Judicial de Francia localizó en abril varios vehículos de esta organización en la localidad de Sigean, al norte de Perpiñán. Al verse perseguidos, embistieron la furgoneta policial con un todoterreno de gran potencia e hirieron a dos agentes. En el vehículo transportaban 720 kilos de hachís. La investigación está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Torremolinos y por el Tribunal de Gran Instancia de Marsella. Ha sido desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga, el OCON SUR (Organismo de Coordinación del Narcotráfico de la Guardia Civil) junto con la OCRTIS de Policía Judicial de Marsella y Policía Judicial de Dreux (Francia).