El bañista ocasional puede llegar a prescindir de determinados servicios cuando accede a una playa. Sin embargo, en esa búsqueda de fidelización del cliente y del objetivo de ampliar la temporada vacacional al máximo, ayuntamientos y mancomunidades del litoral no dejan de buscar fórmulas para poder dotar a los arenales de servicios añadidos. En los últimos años proliferan los espacios aptos para las mascotas y se incorporan recintos para prácticas deportivas sobre la arena de la playa.

También ganan terreno los enclaves de carácter inclusivo, ciertas certificaciones de calidad para atraer al turista más exigente e incluso se han mejorado sobremanera los chiringuitos, en base a la nueva normativa que les reporta una mayor seguridad jurídica en la prórroga de sus concesiones por el uso público de los tramos que ocupan en las playas.

Pero si de algo puede presumir especialmente la provincia, es de alternativas para que los perros se puedan dar un chapuzón. Como recogen portales de referencia en internet como RedCanina, la Costa del Sol brinda hasta ocho playas caninas, frente a otras provincias vecinas como Granada que apenas ofrece una en el entorno pesquero de Motril.

Además, si la playa para perros de Fuengirola, situada en las inmediaciones del Castillo de Sohail, fue pionera en la comunidad autónoma hace alrededor de un lustro, el arenal de unos dos kilómetros abierto en 2016 en Torre del Mar se acaba de convertir en el primero de Andalucía en lograr la bandera Q de calidad, una de las principales certificaciones que existen en España dentro del ámbito turístico.

Normativa autonómica

Málaga capital, justo en el límite con Rincón de la Victoria, entre el Peñón del Cuervo y la desembocadura del Arroyo Totalán, fue asimismo el primer enclave costasoleño en disfrutar de la autorización de la Junta de Andalucía en la apertura de una playa específica para estas mascotas. Dicha certificación parte de que la normativa sobre estado higiénico-sanitario de las aguas hace incompatible el baño humano con el de los propios canes.

En este sentido, las playas caninas de la Axarquía, la ya reseñada en el entorno del núcleo torreño, justo hasta la margen izquierda de la desembocadura del río Vélez, y la de Torrox, inaugurada en 2018 entre el principal río del municipio y el faro que da paso a la playa de Ferrara, en Torrox-Costa, prohíben el baño a las personas en esos recintos adaptados para perros.

Si viajamos hacia el otro extremo del litoral malagueño, la concentración de playas para perros es mayor que entre Torremolinos y Nerja, donde sólo encontramos las tres ya indicadas: Málaga capital, Torre del Mar y Torrox. Así, en Casares hallamos la más occidental de las cinco restantes. Tiene unos dos kilómetros de extensión, como la torreña, y se localiza en Piedra Paloma.

Marbella es por su parte el único municipio costasoleño con dos arenales diferentes para mascotas. Y se localizan en los dos extremos de su término. En Nueva Andalucía existe un primer espacio en la playa Ventura del Mar, a no demasiada distancia de Puerto Banús; y cerca ya del término mijeño, junto a la playa de los Monteros, la playa canina del Pinillo ofrece al visitante otros 250 metros reservados a mascotas.

Las otras dos playas se encuentran en Fuengirola y Benalmádena. Son la primera y la última, respectivamente, en cuanto a antigüedad. La fuengiroleña, que acaba de estrenar dos duchas para mascotas, es conocida como Dog Beach. Son alrededor de 800 metros en las cercanías de la desembocadura del río y justo a las faldas del Castillo de Sohail. Entre sus indicaciones se limita la estancia de los perros de más de 20 kilos, que obligatoriamente deberán ir provistos de bozal.

Benalcán completa este repaso con alrededor de 600 metros en la playa Tajo de la Soga. Es una de las pocas zonas vírgenes de la Costa del Sol Occidental, junto al Hotel Holiday World, y dispone de una moderna ducha instalada por el Ayuntamiento de Benalmádena.

Estepona incorpora un primer espacio "sin humos"

El Ayuntamiento de Estepona se ha convertido en el primero de la provincia que acondiciona un tramo de playa «sin humos». Se trata de un tramo de un kilómetro en la playa de La Rada, junto al parque acuático y una pista de juegos deportivos, donde se recomienda que no se fume. De momento no se contemplan sanciones a quienes no sigan dicha recomendación.

La edil de Playas, Susana Aragón (PP), ha incidido en que esta playa situada en el centro de la ciudad podrá garantizar que los bañistas puedan disfrutar de un espacio litoral donde no se pueda fumar frente al mar. Y explicado la elección de la playa de La Rada, al tratarse de una zona «muy visitada por menores y personas interesadas en la práctica deportiva al aire libre». Es la primera playa de la Costa del Sol donde los fumadores no serán bienvenidos.

El Consistorio esteponero, según ha agregado la edil, tiene la intención de «promover hábitos de vida saludables y mejorar la salud de los usuarios de la playa». Acerca de dicho objetivo, está considerado el tabaquismo «como la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo y sólo en Europa provoca cada año más de 1,2 millones de fallecimientos», según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otro de los aspectos con los que Estepona ha puesto en marcha la iniciativa es el de la sensibilización, puesto que cada colilla depositada en la orilla puede contaminar hasta 50 litros de agua y su degradación puede tardar hasta diez años en producirse. Así es significativo el daño que acarrea a los fondos y a las especies que lo habitan, como consecuencia de su compleja composición química.

En este sentido, los chiringuitos esteponeros también regalan este verano «un refresco o una cerveza a todas las personas que hagan entrega de un vaso lleno con colillas que previamente hayan recogido en la arena o al mar».