El Ayuntamiento de Benalmádena mantiene precintada la Torre Bermeja que da acceso al recinto de Puerto Marina desde el pasado mes de octubre, a la espera de que la Consejería de Cultura autorice la intervención en este Bien de Interés Cultural y pueda ser remodelado después de los desprendimientos ocurridos tras los últimos temporales en la zona.

Algunos vecinos de este enclave costero han subrayado la mala imagen turística que genera el estado de este monumento, pero el Consistorio ha explicado que en estos casos prima la seguridad ciudadana a otros aspectos estéticos.

"No obstante, vamos a sustituir el precinto que realizó Bomberos para evitar cualquier posible accidente, con la caída de más piedras, por una vallado", ha expresado la edil de Playas y Puerto Deportivo, Encarnación Cortés (PSOE).

La Torre Bermeja de Benalmádena forma parte de la red de torres vigías del litoral costasoleño, integrado por cerca de una veintena de fortificaciones.

En este caso se trata de un elemento patrimonial cuyos orígenes se remontan a la época nazarí. Los expertos consideran que pudo ser construida en el siglo XIV y posee una altura de unos diez metros, con aproximadamente 3,5 metros de diámetro.

En el término benalmadense existen otras dos torres vigías, como parte del patrimonio de origen árabe de esta parte de la costa malagueña.