El responsable de Política Internacional de la formación alemana Die Linke, Heinz Bierbaum, fue elegido este pasado domingo nuevo presidente del Partido de la Izquierda Europea (PIE) en el sexto congreso de esta formación, que se celebró en Benalmádena.

La nueva dirección del PIE tendrá como número dos a la española Maite Mola, de IU y el PCE, como responsable de Relaciones Internacionales, ha informado la organización del congreso en un comunicado.

El resto de vicepresidentes son Anna Mikkola (Left Alianz, Finlandia), Pierre Laurent (PCF, Francia), Natassa Theodorakopoulou (Syriza, Grecia) Margarita Mileva (Bulgarian Left, Bulgaria) y Paolo Ferrero (Rifondazione Comunista, Italia).

Bierbaum es doctor en Economía y profesor de la Universidad de Saarland y habla alemán, español, inglés, italiano y francés, fruto de su trabajo internacional como secretario general en Fráncfort de IG Metall, principal sindicato alemán, lo que le ha llevado a mantener relación con sindicatos europeos como CCOO.

Durante su discurso de clausura, Bierbaum ha reconocido su nombramiento como "una oportunidad y un reto personal" que supone "más trabajo", pero que asume convencido de que se puede "mejorar el PIE a favor de las clases populares".

El nuevo líder de la izquierda europea ha reconocido que el PIE se encuentra en una situación "crítica" tras el retroceso de posiciones que han supuesto los últimos comicios europeos "con algunas excepciones", en referencia a Grecia y Bélgica, situación que obliga a una "evaluación crítica" del desarrollo de este partido.

"Nuestro problema es que no fuimos capaces de presentarnos como fuerza política alternativa creíble", ha reconocido Bierbaum, quien considera que eso lleva a pensar que deben "fortalecer el perfil político de la izquierda europea".

Bierbaum considera que este fortalecimiento del perfil político es compatible con "tener posiciones diferentes en asuntos como si la UE es reformable o no", por lo que "hay que poner por encima lo que nos une, que es la política".

En ese sentido, ha destacado asuntos de consenso como terminar con la política de austeridad y desarrollar una política ofensiva a favor de inversiones públicas en interés de la clase trabajadora.

Otro asunto que ha señalado como clave en el programa del PIE es el desarrollo de la política energética que tiene que ver con la movilidad sostenible, el cambio en la política industrial y la transformación ecológica con conexión social.

Por último, ha apelado a los partidos miembro a poner en marcha un programa que dé respuestas a las clases trabajadoras europeas ante los retos de la economía digital que conlleva menos puestos de trabajo y una nueva cualificación basada en la industria 4.0.

En clave interna, ha apelado a la necesaria cooperación entre fuerzas políticas progresistas de Europa, y para ello ha resaltado la necesidad de incorporar a las que no están, en referencia a Podemos y a Francia Insumisa.

También ha llamado a fortalecer el Foro Europeo como espacio de colaboración y debate, así como las Asambleas de Mujeres, de Jóvenes y de Sindicalistas del PIE, que se han dotado de un plan de trabajo con voluntad de continuar.

Por último, ha hecho referencia a la visibilidad del PIE como fuerza política y ha apostado por una estructura más fuerte que no solo sea un paraguas para los partidos nacionales, sino una organización política que mejore su perfil propio, su visibilidad y su eficacia.