Un huésped que estaba alojado en el complejo turístico de Mijas (Málaga) en cuya piscina fallecieron ahogados tres turistas británicos el pasado 24 de diciembre se ha ofrecido a aportar información, ha declarado este lunes a Efe el abogado de la familia de las víctimas, Javier Toro.

El letrado ha explicado que este huésped ha contactado con él por correo electrónico y le ha asegurado que no fue testigo presencial del suceso, pero fue la tercera persona que llegó al lugar tras ocurrir y, "por sus conocimientos especializados, cree que puede aportar alguna información para ayudar a aclarar lo que pasó".

La familia se personó el pasado viernes en las diligencias abiertas en el juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola y este lunes ha intentado acceder a dichas diligencias, aunque les han emplazado al jueves, ha añadido el abogado.

Ha apuntado que esperarán a conocer los resultados de la investigación desarrollada por la Guardia Civil antes de decidir si encargan otra investigación paralela, porque hacerlo antes "sería temerario".

Según el abogado, lo que quiere la familia es "saber lo que pasó", y en una conversación este lunes con Olubunmi Diya, viuda y madre de los fallecidos, ésta le ha asegurado que quiere "que esto no se vuelva a repetir".

Ha recordado el comunicado difundido por Diya en el que aseguraba que era "falso" que los tres fallecidos no supieran nadar, y ha agregado que la menor daba clases de natación antes de llegar a España "y parece que era una asignatura en su colegio, y si eso está documentado no tiene sentido cuestionarlo".

Toro ha subrayado que van a seguir "colaborando en todo lo posible con la Guardia Civil y con el juzgado" y ha lamentado que se haya podido producir algún "roce o malentendido" con el instituto armado, ya que asegura que no "se ha cuestionado su trabajo" y solo han "mantenido silencio hasta que ellos han terminado".

Sin embargo, ha censurado que la Guardia Civil haya enviado "un comunicado a la prensa antes que a la familia", ya que cree que "se debería haber informado a la familia con carácter previo, porque es la primera interesada en saber lo que ocurrió".

La viuda de Gabriel Diya, un pastor evangélico de 52 años que se ahogó con sus hijos Comfort, de 9 años y Praise-Emmanuel, de 16, regresó este domingo a Reino Unido con su otra hija, Favour, de 14 años.

En un comunicado difundido por sus representantes legales, Olubunmi Diya señaló que "los tres sabían nadar" y negó que informaran a la policía o a otras personas de que los miembros de la familia no supieran nadar".

La madre explicó que los cinco estaban juntos en la zona de piscina del complejo Club La Costa cuando ocurrió el accidente y los niños nunca estuvieron "sin supervisión", mientras que "en todo momento" siguieron las instrucciones expuestas en el recinto.

"Los niños entraron a la piscina por las escaleras pero se vieron arrastrados hacia el centro, que era más profundo, y pidieron ayuda cuando no pudieron salir".

Explicó que su marido entró por las escaleras para ayudar a los dos hijos que tenían dificultades mientras ella iba a los apartamentos cercanos a pedir ayuda.

La Guardia Civil informó el pasado viernes en un comunicado de que la investigación sobre las muertes apuntaba a un "trágico accidente" por la "falta de pericia" al nadar de las víctimas.

La declaración de la viuda contradijo las informaciones que contaban que Favour había declarado que su padre y su hermano habían fallecido al intentar rescatar a su hermana pequeña, que había entrado en la parte honda de la piscina.