El Ayuntamiento de Torremolinos confirmó ayer que tres trabajadores del Palacio de Congresos han dejado de prestar sus servicios como personal municipal, una vez «transcurrido un tiempo prudencial desde la disolución de la empresa gestora de estas instalaciones, en marzo de 2017, y después de que «por causas objetivas» se haya considerado «que no hay necesidad de cubrir estos puestos de trabajo».

Según fuentes municipales, el servicio que prestaban no pone en riesgo la gestión del recinto «para la organización de eventos. El Palacio de Congresos seguirá operativo y serán empresas externas las que también cubran las necesidades que se demanden en cuanto a personal», matizaron.

Previamente, la portavoz municipal del PP en el Consistorio, Margarita del Cid, arremetió contra el equipo de gobierno tras haber podido confirmar que estos despidos se habían cursado «sin previo aviso y vía decreto, tratándose de trabajadores municipales que estaban contratados desde hace años como personal laboral».

En este sentido, agregó que el PP supo de esta circunstancia «a través del portal de transparencia». Y puso el acento en una de las empleadas despedidas, «que se encuentra en pleno tratamiento por enfermedad. No sabemos si esto es legal. Lo investigaremos, aunque desde luego lo que demuestra es una nula sensibilidad y una carencia de empatía más que preocupante en un gestor público», señaló Del Cid refiriéndose al regidor, el socialista José Ortiz.

«Es inexplicable que el alcalde se gaste medio millón de euros en cargos de confianza, mientras reduce de esta forma la plantilla municipal, dejando a tres profesionales sin trabajo sin mediar una sola explicación. Le exigimos a Ortiz que revierta esos decretos, rectifique ante estos despidos y que arregle sus problemas de gestión reduciendo cargos de confianza y no la plantilla municipal. A ver si resulta que sus excesos y equilibrios para mantenerse en el poder los vamos a terminar pagando todos los torremolinenses», matizó Del Cid.

A finales de febrero, el Consistorio ya avanzó que trabajaba con el Estado para «reformar y modernizar» el Palacio de Congresos.