Una de las organizaciones de sicarios más activas de Europa que dejó el año pasado su sello en Marbella ha sido desarticulada en una operación de la Policía Nacional y las autoridades holandesas. La investigación atribuye a esta banda una decena de asesinatos, entre ellos el de un empresario de 49 años que fue acribillado en enero de en San Pedro Alcántara en su vehículo cuando llegaba a su casa, localizada en la urbanización Las Petunias. El operativo ha culminado con la detención de seis personas, cuatro en España y dos en los Países Bajos. El primer grupo fue arrestado en La Junquera (Gerona) cuando volvían a nuestro país a realizar un nuevo encargo.

La investigación comenzó el 21 de enero del año pasado tras el asesinato de Marcos, un empresario de la noche marbellí con negocios en Puerto Banús. Varios encapuchados sorprendieron a la víctima cuando intentaba acceder al garaje de su vivienda. La investigación ha logrado identificar a los miembros de un grupo "muy profesional cuyos miembros empleaban teléfonos móviles encriptados en sus comunicaciones". Según ha explicado la Dirección General de la Policía, la colaboración con la policía holandesa permitió saber que el grupo de sicarios operaba sobre todo en los Países Bajos y que trabajaban a sueldo para diferentes organizaciones criminales. Estas acudían a ellos para que saldaran cuentas pendientes con otras bandas rivales.

A finales del pasado mes de febrero, los agentes tuvieron constancia de que cuatro de los sicarios estaban planificando un nuevo encargo y que el objetivo se encontraba en España. Esto llevó a actuar un amplio dispositivo para frustrar un nuevo asesinato. Pocos días después, cuatro de ellos fueron localizados y detenidos cuando entraban en territorio español por La Junquera a bordo de un vehículo. El Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional participó en el operativo para neutralizar a los sospechosos, que llevaban un arma semiautomática con silenciador y munición escondida en una caleta del turismo. De forma paralela, la policía holandesa realizaba dos detenciones más y varios registros en los domicilios de los investigados en los Países Bajos, dando por desarticulada completamente la estructura criminal.