Un grupo dedicado a asaltar establecimientos e iglesias por toda la provincia ha sido desarticulado por la Policía Nacional en una operación que suma diez detenidos, nueve hombres y una mujer, a los que se atribuyen casi 60 robos en Torremolinos, Benalmádena, Antequera, Mijas, Torrox y Málaga capital. Los arrestados, ocho de nacionalidad española y otros dos de nacionalidad filipina y francesa, tienen entre 19 y 27 años y están investigados por pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza en las cosas y tráfico de drogas según su participación en los hechos.

La investigación comenzó el pasado mes de septiembre a raíz de varias denuncias por robo con fuerza en establecimientos en la localidad de Torremolinos-Benalmádena. Según la policía, sólo entre septiembre llegando a cometer más de 40 asaltos desde septiembre a noviembre. Paralelamente, se tuvo conocimiento de otras sustracciones en localidades como Antequera, Mijas, Málaga y Torrox. Todos coincidían en el mismo modus operandi. Se cometían en horario de cierre al público de establecimientos o iglesias. Tras forzar cerraduras o puertas de paso, sustraían todos los efectos de valor (cajas fuertes, máquinas expendedoras) que encontraban. A partir de ese momento se inició un operativo para localizar y detener a los autores.

Los investigadores consiguieron identificar a parte de los integrantes de la red. Todo apuntaba que todos los robos eran autoría de un único grupo criminal que utilizaban técnicas sofisticadas para perpetrarlos, como inhibidores de frecuencia o microcámaras. Todos sus miembros tomaban muchas precauciones para evitar ser detenidos cambiando de domicilio y de vehículos constantemente. Ya al final de la investigación los agentes localizaron una vivienda donde residían de forma intermitente como okupas -un chalet de Benalmádena- y era allí donde escondían los efectos sustraídos -cajas fuertes, máquinas de tabaco y cajas registradoras- para posteriormente abrirlos con mazas y radiales sin peligro de ser descubiertos.

La red estaba perfectamente estructurada y cada uno de sus miembros tenía una función -organizador, conductor, encargado de dar instrucciones-. Concretamente, este último había creado un grupo en una red social a través del cual contactaba con los demás miembros y los convocaba para cometer los robos. Además, parte de los beneficios obtenidos con los efectos robados los invertían en comprar estupefacientes que luego distribuían.

También se habrían valido de la participación de empleados o antiguos trabajadores para conseguir información de cómo acceder a los establecimientos. De esta forma primero elegían sus objetivos y posteriormente planificaban los robos y esperaban el momento oportuno para su comisión.

Durante la operación Atlanta, desarrollada el pasado mes enero, fueron localizados y detenidos nueve miembros del grupo que resultaron arrestados como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal, delito continuado de robo y tráfico de drogas. Se practicaron cuatro registros en los que los agentes han recuperado tres vehículos robados en un establecimiento de alquiler de vehículos de Málaga e intervinieron numerosas herramientas y útiles para robar.

Continuando la investigación los agentes han logrado identificar a cuatro personas que habrían colaborado con el grupo facilitando información sobre los objetivos a robar y hasta el momento han procedido a la detención de una de ellas como presunta responsable de un delito de robo con fuerza. El pasado día 10 de marzo los agentes localizaron un chalet que los investigados utilizaban para ocultar los efectos robados y donde algunos de ellos residían como ocupas. En un registro practicado en esta vivienda los agentes han recuperado numerosos efectos robados y herramientas utilizadas para perpetrar los robos. Tras un minucioso estudio de todo el material intervenido han logrado esclarecer hasta el momento 57 robos con fuerza.

La operación Atlanta ha concluido con la desarticulación de un grupo criminal dedicado a cometer robos con fuerza en Málaga y provincia y el arresto de diez personas, de las cuales nueve han ingresado en prisión por orden de Juzgado de Instrucción Número 1 de Torremolinos.

Con esta actuación se han esclarecido más de medio centenar de robos con fuerza y se han practicado cinco registros donde se han recuperado tres vehículos, una caja registradora, una caja fuerte, 14 teléfonos móviles, diversos aparatos electrónicos y 5.000 euros en efectivo y han intervenido dos vehículos y útiles para consumar los robos como, un inhibidor de frecuencia, un kit extractor de bombines, ganzúas, una microcámara, dos pistolas eléctricas, una balanza de precisión, un contador de dinero. Además, en uno de los domicilios registrados los agentes se han incautado de 266,1 gramos de hachís.