El fin del estado de alarma coincidiendo con el inicio de la temporada de verano ha supuesto una mayor necesidad de control sobre las playas para evitar aglomeraciones, prevenir el riesgo de contagio de Covid-19 al mismo tiempo que se garantice el disfrute. Es por ello que las administraciones han tenido que determinar sus propios criterios a la hora de vigilar e implementar controles de acceso, así como decidir la manera en la que se va a informar a los usuarios sobre el aforo de la costa.

Aunque la Junta de Andalucíade Málaga, las administraciones locales están implementando diferentes medidas por cuenta propia como la instalación de cámaras, sensores terrestres o el uso de aplicaciones móviles. Una de las iniciativas más innovadoras ha sido la del Ayuntamiento de Mijas, que desde el 1 de junio estableció un sistema de conteo de personas mediante el uso de drones que acaparan las 25 playas y los más de 12 kilómetros de costa que conforman el litoral del municipio. «Las playas de Mijas son vírgenes, por lo que no constan de infraestructuras suficientes para establecer por ejemplo, sensores terrestres de conteo», explica Salvador de los Ríos, director comercial de la delegación en Málaga de Aeromedia, quien cuenta que el consistorio contactó con la empresa especializada en drones por la necesidad que existía en su extenso litoral.

Tres de hasta cinco operarios pilotan cada uno un dron que vuela a una velocidad de 8 m/s, a una altura de 90 metros y a 124 metros distanciados de la costa.

Los drones siempre vuelan a la misma altura, nunca se aproximan a la gente. «Cuando los despegamos siempre buscamos que no haya nadie, el dron cruza hacia el mar y va más de cien metros separado de la costa».

El proceso de control de aforo se basa en tres fases. La primera fase consiste en el análisis de las playas, su aforo máximo, los periodos de vigilancia y la ruta de vuelo de los drones. «Cada equipo opera en una franja de 4 kilómetros, el dron reconoce automáticamente la playa y tiene grabado en la memoria interna la ruta a realizar».

La siguiente fase consiste en la toma de fotografías e imágenes de las playas en las horas prefijadas.

En la última fase se envían las imágenes al sistema de análisis a través de internet y son procesadas casi a tiempo real. «El software de inteligencia artificial indica en tiempo real las personas que hay por metro cuadrado y aforo máximo de la playa».

Una vez analizadas, el sistema las devuelve a la web del ayuntamiento «donde se ve y se identifica a través de un gráfico cada playa y el tanto por ciento real que hay en ese momento para que el usuario pueda decidir a cual ir dependiendo del aforo».

El uso de drones para el control de playas presenta una gran ventaja frente a otros métodos. «Si hay un conteo terrestre donde una persona pasa por un censor y entra en una de las playas, por ejemplo en La Cala, esa persona puede pasarse a la playa de Los Cordobeses sin que el aforo terrestre lo detecte. Nosotros, entre por donde entre el usuario, reconocemos cuántas personas hay en esa playa en todo momento», aclara De los Ríos.

Esta información que proporciona Aeromedia no solo sirve para los usuarios de playas, sino que también es utilizada por los equipos de socorrismo, «que pueden conocer en tiempo real cuánta gente hay en ese momento».

Aunque es la primera vez que la empresa hace este uso de los drones, la respuesta está siendo buena y efectiva y todavía «hay tiempo» para que reciban más llamadas de otros ayuntamientos que demanden sus servicios en los próximos meses o a largo plazo, al igual que el uso de los drones puede derivar en futuras y nuevas oportunidades de empleo.