El jardinero acusado de provocar por imprudencia el gran incendio de la Costa del Sol en agosto del 2012, donde murieron dos personas, cuatro resultaron heridas y se quemaron 8.225 hectáreas de terrenos en distintos municipios, se enfrentará a una petición fiscal de siete años y seis meses de prisión.

El procesado será juzgado por un delito de incendio forestal por imprudencia con peligro para la vida, de especial gravedad, en concurso ideal con dos delitos de homicidio imprudente y un delito de lesiones por imprudencia, según el escrito acusatorio, al que ha tenido acceso Efe.

El incendio causó la muerte de un ciudadano alemán de 54 años, que fue encontrado en el interior de una casa calcinada y cinco personas resultaron heridas, dos de ellas (un matrimonio alemán) de gravedad y la mujer, que sufrió heridas de tercer grado en más del sesenta por ciento de su cuerpo acabó falleciendo en su país como consecuencia de las mismas.

El marido, quien estuvo tres meses en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Nuremberg se ha quedado inválido y además de no poder andar ni ponerse en pie, sus manos han quedado inútiles.

Las otras tres víctimas, de nacionalidad belga, una madre y sus dos hijas de 12 y 4 años, resultaron con heridas de diversa consideración.

Las llamas fueron detectadas el 30 de agosto del 2012 a las 18:50 horas por una torreta de vigilancia del dispositivo Infoca y el incendio se dio por extinguido el 4 de septiembre tras afectar a seis municipios de la provincia de Málaga (Coín, Mijas, Marbella, Alhaurín el Grande, Ojén y Monda).

El fiscal mantiene que el acusado hacía labores de mantenimiento, limpieza y cuidado de una vivienda unifamiliar, ubicada en el termino municipal de Coín, propiedad de un ciudadano belga que no residía de forma permanente y con quien tenía concertado de forma verbal el desempeño de dichas labores.

El día del incendio se registró en la zona una temperatura ambiente de 37,6 grados y un índice de peligro de incendios de alarma extrema y, con estas condiciones, "de manera absolutamente irresponsable", dadas las extremas condiciones meteorológicas" y sin autorización administrativa, encendió una hoguera en el interior de la finca para la quema de residuos de poda de vegetación de jardinería.

Una vez encendida la hoguera, que atizó el procesado durante la combustión, abandonó la zona sin apagar, y entró en contacto con restos incandescente la parte superior de la misma con pastos secos y, posteriormente, se propagó a las puertas de los garajes de la vivienda y un pequeño almacén de herramientas.

El incendio se propagó rápidamente dado el viento de terral imperante en la zona y se iniciaron nuevos focos que hizo que el incendio avanzaran "a saltos y con gran rapidez", por lo que hubo que desalojar a personas del entorno y las llamas llegaron hasta la costa.

Más de 5.000 personas fueron desalojadas de forma preventiva por el avance del fuego (entre ellas todo el pueblo de Ojén), mientras ardían numerosas viviendas y una zona de alto valor económico.

El fiscal detalla los numerosos daños en viviendas e instalaciones de 347 personas o entidades, de las que 74 están en Marbellla, más de un centenar en Ojén y la mayoría, 162, en Mijas.

Además se calcula en más de 12 millones de euros los daños tangibles en montes públicos gestionados por la Junta de Andalucía y el impacto producido por el incendio sobre las aguas subterráneas y, en particular, sobre el acuífero aluvial de Río Grande en 86.856 euros.

En su día la empresa a la que se le encargó el peritaje cuantificó los daños en 39,6 millones de euros.