Rescatan a una yegua que había quedado atrapada en una acequia en Benahavís

Efectivos de los parques de Bomberos de Marbella y San Pedro Alcántara han rescatado a una yegua que se había caído y se encontraba atrapada en una acequia sin posibilidad de salir al hallarse aprisionada de costado entre una pasarela metálica y el canal que discurría debajo.

Las labores de salvamento han resultado complejas y se prolongaron durante casi tres horas debido al nivel de atrapamiento y el estado de nerviosismo del equino, pero finalmente la yegua, de nombre Dona, no sufrió lesiones de relevancia y pudo regresar a pie junto con su dueño hasta el picadero de donde procedía.

Los hechos tuvieron lugar el domingo por la tarde en el sendero Acequia del Río Guadalmina, en el término municipal de Benahavís.

El Cuerpo de Bomberos recibió aviso del Servicio de Emergencias del 112 alrededor de las 16.15 horas y un equipo del Parque de San Pedro se dirigió al lugar del suceso, donde comprobaron el estado del animal, una yegua blanca que se encontraba atrapada entre el canal de acequia y la rejilla metálica de la pasarela situada sobre esta.

Los agentes evaluaron la complejidad del rescate y, tras barajar varias posibilidades de liberación, consideraron que lo más seguro era izar al animal por medio de eslingas y con la ayuda de dos trácteles.

Antes de realizar la maniobra de salvamento, se procedió a la búsqueda del propietario de la yegua y de un veterinario que pudiera actuar para tranquilizarla, contando con la colaboración también de la Policía Local de Marbella y de la Guardia Civil de Benahavís.

Una vez que se instaló el mecanismo para liberar al animal, se elevó al equino con extrema prudencia para evitar cualquier daño hasta conseguir rescatarla por completo.

Una vez logrado el objetivo, se tranquilizó a la yegua para colocarla sobre sus cuatro patas y comprobar su estado.

Afortunadamente, a pesar de la aparatosidad del accidente, constataron que Dona no había sufrido ninguna lesión de importancia, salvo algunas heridas en sus patas, por lo que su propietario pudo regresar andando con ella hasta el picadero.